24 de octubre de 2008

Bodas de Oro de los Abuelos.



Los preparativos para esa noche fue todo un suceso, somos tantos que no nos podíamos poner de acuerdo en nada, que si la cena, que si el vino, que si la iglesia, que si el color del vestido, en fin, surgió tanta polémica y sí llegamos a unificar nuestros criterios, todos los hermanos, yernos e hijos varones irían con smoking y todas las hijas, nueras y sobrinas se vestirían de negro. Y una de mis hermanas y yo fuímos las que escogimos, la cena, los vinos y la iglesia. Además se me olvidaba mencionar una limosina blanca fue por ellos para llevarlos a la iglesia, fue una sorpresa para mis papás y estaban felices.
Una de las celebraciones más importante de la familia fueron las bodas de oro de mis papás, en donde asistieron amistades muy queridas para ellos y por supuesto que la familia también.
Ese día todos estábamos muy emotivos, y no era para menos "los abuelos" llegaron victoriosos a sus 50 años.... ¡50 años de matrimonio!, en la actualidad no es una faena sencilla, lo que más valorábamos, es que siendo nosotros ya de cierta edad (ya no tan jóvenes) Dios nos daba la oportunidad de tener con vida a mis papás, sucedieron mil anécdotas difícil de olvidar, mi hermano el mayor tenía que leer unas palabras en el micrófono, pero estaba tan nervioso que casi no se le entendía lo que decía. Todos los nietos y las nietas bailaron por un instante un vals al comenzar la fiesta con los abuelos (repectivamente). Mi hermano Gustavo bailó al ritmo del mariachi loco (desde entonces siempre que oímos esa canción lo recordamos), mi papá estuvo bailando casi toda la noche, y lo más importante estuvimos presentes toda la familia con su descendencia conviviendo y disfrutando como mi papá nos lo inculcó.
Se brindó por los mis padres y pasamos una velada inolvidable.

Reciban un saludo y hasta pronto.

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