1 de diciembre de 2010

* Duelo normal y Duelo Patológico.

* Duelo normal y Duelo Patológico.

Normalmente la pérdida de un ser querido puede generar un dolor tan grande para los deudos que el simple hecho de seguir viviendo se vuelve sumamente doloroso. Pasado un tiempo el dolor comienza a retirarse y paulatinamente se abren espacios de "alivio y olvido", lo que le permite al deudo
con el transcurso de los meses, ir reinsertándose en la corriente de la vida con nuevos proyectos, perspectivas e intereses.
El duelo es por lo general un proceso de readaptación doloroso, donde la persona necesita aprender a vivir sin su ser amado. No existe una duración uniforme para todo el mundo, pero podemos decir que generalmente los momentos de mayor dificultad duran entre 1 y 2 años. Aunque sabemos que hay duelos que sin ser patológicos se van elaborando a lo largo de muchos años. Pero cuando el dolor se hace excesivo en relación a su duración o intensidad, estamos hablando de "duelo patológico".
El duelo patológico está acompañado por uno o varios de estos síntomas: pensamientos mórbidos, sentimientos de culpa, ideas suicidas, rabia, consumo creciente de alcohol u otras substancias legales o no que se utilizan para "olvidar", sentimiento de inutilidad, pérdida de sentido, insomnio, depresión persistente, incapacidad para sostener las obligaciones sociales, como por ejemplo ir a trabajar.
En esos casos es aconsejable que quien atraviesa por dicha situación pueda hablar con alguien de su confianza o con un terapeuta especializado que lo ayude a reencontrarse con la vida. Existe allí una necesidad de revisar el dolor y ver que significados ocultos incrementan el sufrimiento de modo extremo. La persona afectada necesita elaborar la pérdida, pues su duelo se ha encaminado hacia una dirección que necesita ser modificada

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