Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar, una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.
Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, Sálvanos, que perecemos!
El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
Mt. 8.23-26
Mt. 8.23-26
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