17 de agosto de 2011

Asi soy ¿Y qué?

..
Hoy tocaré un tema menos romántico, pero creo igual de importante. Espero lo disfruten

Platicando con un muy buen amigo mio, me dijo algo muy honesto y sencillo: Las personas no tienen la obligación de aceptarte. Y pues si, la gente entra y sale de nuestras vidas cuando todo el tiempo, a veces luchamos para que se queden, otra veces sin el mayor atavío las dejamos ir.

A veces es necesario detenerse y pensar quienes han entrado y salido de nuestras vidas, que hemos aprendido de ellos. Retro alimentarnos con lo que salió bien y lo que salió mal, amistades que se diluyeron con los años o amores que se perdieron en malos entendidos.

El buscar ser mejor persona es importante, porque no hay nada peor que el: así soy yo ¿y qué?. Pues es la justificación mas barata para no querer ver nuestros errores. En el preciso momento que usamos esa frase, tratamos de justificar lo que nosotros creemos, sin estar pensando en que tal vez, tengamos una área de oportunidad inmensa para mejorar.

Pero ¿porqué cambiar? si es tan difícil hacerlo y tan cómodo ser como somos. Y con esto no quiero decir que todos estemos mal o que todos debamos cambiar.

Mas bien me gustaría hablar de la auto aceptación.

Cuando uno esta consiente plenamente de quien es, es capaz de reconocer sus virtudes, sus defectos de igual forma y se deja de excusar en la falsedad del: "así soy ¿y qué?".

Suena un poco incongruente, pero es como dicen: el primer paso es aceptarlo. Cuando uno acepta que es poco cariñoso, que no sabe escuchar, que habla de más, que se molesta con facilidad, cree tener siempre la razón etc. empezamos con el proceso de pensamiento para querer enmendarlo, y cambiaremos a una frase mucho más valiosa que es: "así soy, lo sé, y estoy tratando de corregirlo".

Y cuando nos aceptamos con esos grandes o pequeños errores, empezamos a crecer como humanos maduros, éticos y coherentes. A veces no necesitamos cambiarlos, simplemente tenemos que aprender a vivir con ellos sin afectarnos a nosotros y a los demás, porque aunque no nos guste, somos seres sociales y solo los ermitaños no se aguantan entre ellos.

Aprender a aceptarnos también va mucho más allá de nuestras actitudes, también tiene que ver con nuestros talentos, nuestro físico y la vida que nos tocó vivir. Y en lugar de añorar todo aquello que no tenemos o que desearíamos tener, como ser delgado, tener dinero, un mejor trabajo, una casa mas grande, o bueno, ustedes sabrán. Y empezamos a trabajar para obtener esas metas o ilusiones en nuestra vida y dejamos de preocuparnos para ocuparnos.

Aceptar definitivamente es una palabra muy fuerte, pues significa en la mayoría de las veces saber que estamos renunciando, privando o dejando de lado algo importante o que ha estado con nosotros por mucho tiempo. Aceptar significa comprometerse y recibir de forma voluntaria algo externo.

A veces, y sobretodo en las relaciones: amorosas, laborales o de cualquier índole, accedemos a cosas y situaciones de más que no deberíamos y empezamos a perdernos, por no ser nos fieles a nosotros mismos, no conocernos y no aceptar lo mucho que valemos como seres humanos.

Así que querido lector, para finalizar te invito a que te detengas un momento y reflexiones esta oración: "Señor, dame la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar; Valor para cambiar las cosas que puedo; y sabiduría para conocer la diferencia".

Saludos

-E-

Autor: Emmanuel Romero de la Torre

No hay comentarios.:

Publicar un comentario