8 de diciembre de 2011

Cómo salvar mi vida sexual en el matrimonio

Alejandro Robles

Si bien en la felicidad conyugal intervienen diferentes factores (económico, social, cultural) uno de los más importantes es la satisfacción sexual, de ahí que sea esencial para la estabilidad de la pareja.

El otro lado de la moneda

Cuando la pareja pierde interés en las relaciones sexuales la intimidad disminuye y la unión se transforma, convirtiendo a los miembros en buenos amigos o compañeros de casa, los cuales dejan de ser amantes que se desean uno al otro, señala la psicoterapeuta sexual y de pareja Alma Aldana, quien es candidata al doctorado por el Instituto de Estudios Avanzados en Sexualidad Humana, ubicado en San Francisco, California, Estados Unidos.

Señales de alerta

Conforme pasa el tiempo, los cónyuges van poniendo barreras a la intimidad a través de cualquier pretexto para evitar el contacto íntimo, entre ellos fingir enfermedades (el famoso “me duele la cabeza”) o anteponer otras actividades (trabajo, cuidado de los hijos, reuniones sociales).

Consecuencias

Este decaimiento en el interés ocasiona un círculo vicioso que deriva en mayor distanciamiento en la relación, ya que la pareja cae en la rutina y se aburre, por lo cual sale con otras personas para encontrar la satisfacción que requiere y que no puede obtener con su compañero. Finalmente, este puede ser motivo para que se presente la ruptura.

Auxilio

Cuando un matrimonio se encuentra en una crisis de este tipo, la integrante y miembro fundador de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A.C. (AMSSAC, en la Ciudad de México) recomienda consultar a un psicoterapeuta sexual y de pareja. Desgraciadamente, añade, pocos consideran esta opción, ya sea por falta de información o por tener otras prioridades (económicas, familiares profesionales).

Conviene señalar que en la terapia, el especialista enseñará a los esposos a reconocerse y encontrarse de nuevo a través del diálogo, reflexiones, ejercicios en casa y otras estrategias, dependiendo del motivo por el que la pareja solicita ayuda, apunta la coordinadora y profesora del Diplomado en Sexualidad de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ubicada en el Distrito Federal.

Ante la pregunta sobre la efectividad de este recurso terapéutico, señala que es muy útil siempre y cuando los interesados crean en él y le dediquen tiempo y paciencia, pues en ocasiones buscan restaurar la relación rápidamente, queriendo obtener lo que ellos nunca realizaron o dejaron de hacer durante largo tiempo.

Si la terapia resulta exitosa, la pareja no requiere más asesoría, sin embargo, “debe estar abierta a la posibilidad porque las circunstancias de vida individual se transforman, así como la relación cambia día a día”, apunta la psicoterapeuta sexual.

Finalmente, la también profesora de la Sociedad Mexicana de Sexología Humanista Integral, A.C. (Someshi), propone las siguientes estrategias para quienes buscan mejorar su relación sexual en el matrimonio:

  • Hay que priorizar la comunicación de los sentimientos para que el otro sepa su sentir sobre la relación.
  • Salir solos, sin amigos, familiares o hijos, y hacer actividades diferentes que les gusten a ambos, como ir al cine, museos, conciertos o simplemente comer un helado.
  • No olvidar los detalles que le gustan a la otra persona.
  • Brindar siempre a la pareja palabras de ánimo y reconocer sus cualidades.
  • Llevar a cabo excitante preámbulo antes de cualquier relación sexual.
  • Acordarse de aniversarios y cumpleaños.
  • Saber lo que más agrada a cada quien.
  • Conocer dónde y cómo le gusta ser tocada a la pareja.
  • No fingir orgasmos.
  • Procurar la satisfacción de ambos y no sólo de uno mismo.
  • Buscar posiciones sexuales nuevas.
  • Ser muy creativos e imaginativos durante el encuentro íntimo.
  • No tener relaciones sexuales sólo por complacer al otro, sino cuando lo deseen realmente.
  • Amarse y desearse a pesar del paso de los años.

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