9 de marzo de 2012

Montreal

Montreal, ciudad de múltiples facetas, se enorgullece de sus contrastes. Segunda ciudad francófona del mundo después de París, con 1,7 millones de habitantes (3,8 millones en toda la región metropolitana), Montreal también es un mosaico de culturas de todo el mundo, tal como lo demuestran sus barrios y la diversidad de restaurantes que ofrece. Su rico patrimonio arquitectónico abarca cuatro siglos de historia, del régimen colonial francés a la ciudad contemporánea. Insular pero abierta al mundo, Montreal es una ciudad efervescente y festiva.


El Viejo Montreal


El ruido de las calesas sobre los adoquines de las calles del Viejo Montreal aún se oye entre las fachadas de piedra gris de los siglos XVIII y XIX, realzadas desde que anochece con una inteligente iluminación arquitectónica. Pointe-à-Callière, museo de arqueología e historia, muestra vestigios de más de 350 años y es la mejor introducción a la historia de la ciudad. Muy cerca, la basílica Notre-Dame, de estilo neogótico, asombra por la riqueza de su decoración interior. El Viejo Montreal encanta particularmente a quienes lo recorren en una visita guiada a pie, que permite descubrir la ciudad desde una perspectiva diferente.


Paisaje desde la cumbre


Desde el monte Royal la vista de la ciudad es incomparable. La montaña posee en su parte superior un magnífico parque y, en una de sus laderas, se levanta el imponente Oratorio Saint-Joseph, al que acuden peregrinos de todo el mundo. La torre de Montreal, que domina el Parque Olímpico construido para los Juegos Olímpicos de 1976 —con su gran estadio y su Biodomo, en el que cohabitan la fauna y flora de cuatro ecosistemas diferentes— también ofrece un panorama espectacular. Frente al parque, el Jardín Botánico, segundo en importancia en el mundo, expone sus fabulosas colecciones y sirve de marco a los pintorescos jardines chino y japonés así como al Insectario.


Montreal y el San Lorenzo


Rodeada por el río San Lorenzo, Montreal posee el mayor puerto de la Vía Marítima, que une el Atlántico con los Grandes Lagos. En los muelles del Viejo Puerto, donde amarran numerosos barcos deportivos y cruceros, se encuentra el Centro de Ciencias de Montreal, vasto complejo dedicado a la ciencia y a la tecnología, y el Laberinto del Hangar 16, lugar para divertirse; desde los muelles, el visitante puede realizar diversos paseos por el río, incluyendo un descenso de rápidos. Muy cerca, en dos islas situadas en medio del río, el Parque Jean-Drapeau propone a las familias, tanto en invierno como en verano, diversas actividades al aire libre y un popular parque de atracciones, La Ronde. En este parque también se encuentra el Casino de Montreal y un circuito automovilístico en el que se celebran pruebas de F1 y Nascar.


Una ciudad única

La vida cultural de Montreal refleja una creatividad exuberante. En pleno centro de la ciudad se encuentra el núcleo cultural de Montreal, el denominado Quartier des spectacles, con más de 80 lugares dedicados a la cultura y una boletería central, la Vitrine. Montreal también es conocida como una capital de la moda. Recorra los escaparates de sus tiendas de alta calidad, de sus originales tiendas de ropa de segunda mano y de sus grandes almacenes. La ciudad tiene unos treinta museos. Entre ellos, cabe mencionar el Museo de Bellas Artes, el museo de arte más antiguo de Canadá, el Centro Canadiense de Arquitectura, conocido por la calidad de sus colecciones y exposiciones, y el Museo de Arte Contemporáneo, primero en su categoría en Canadá. Éste último se integra armoniosamente en el complejo de la Place des arts, cuyas salas acogen desde hace casi cuarenta años a las grandes figuras de las artes de la escena, y en la que también se encuentra la nueva sala de la Orquesta Sinfónica de Montreal, llamada Maison symphonique, la Opera de Montreal y los Grandes Ballets Canadienses. Una ciudad en movimientoMontreal cuenta con una amplia red de ciclovías de 500 km en toda la superficie de la isla. En invierno, mientras que los aficionados al patinaje y al esquí de fondo disfrutan en los grandes parques de la ciudad, los friolentos pueden permanecer al abrigo en la “ciudad subterránea”, una red interior de más de 33 km que conecta edificios de oficinas, viviendas, centros comerciales, hoteles, cines y restaurantes.Ciudad de festivalesEn Montreal el verano es el punto culminante del programa anual de las festividades. Desde los primeros días veraniegos, una tras otra se encadenan importantes manifestaciones culturales y deportivas: el asombroso concurso pirotécnico del Festival Internacional de Fuegos Artificiales Loto-Québec, el Gran Premio de Canadá de fórmula 1, el Festival Internacional de Jazz — que atrae a más de un millón de espectadores — y las Francofolies (festival de música francófona) y el Festival Juste pour rire (del humor), al que también acude un público muy numeroso.

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