¡No me puedo sacar esa canción de la cabeza!
No se aflija, pues un equipo de científicos estadounidenses encontró una explicación a este particular fenómeno.
Parece
ser que las canciones que se nos quedan fijadas en el cerebro, crean
algo así como una "comezón cerebral" que sólo puede aliviarse mediante
la repetición mental de la melodía una y otra vez.
Este
tipo de canción, conocida en inglés como earworm (gusano del oído),
tiene generalmente una melodía de ritmo intenso y estimulante, y su
letra suele ser "pegajosa".
James Kellaris, Universidad de Cincinnati
Según
el profesor James Kellaris, de la Universidad de Cincinnati en Estados
Unidos, temas como Macarena de Los del Río, o aquellas viejas canciones
de Rafaella Carrá, generan una "picazón cognitiva".
"Una 'picazón cognitiva' es una metáfora que explica como estas canciones se nos quedan grabadas", afirmó Kellaris.
El científico explicó que era normal que cualquier persona en algún momento de su vida experimente este fenómeno.
A Mozart también
"Entre
un 97% y un 99% de la población es susceptible al gusano del oído, pero
alguna gente es más proclive que otra. A las mujeres les sucede más que
a los hombres y también es más frecuente en los músicos", explicó
Kellaris.
Mozart no estaba exento del "gusano del oído".
La
investigación resulta de particular interés tanto como para la
industria musical como para los publicistas, quienes utilizan distintas
melodías para promocionar sus productos.
"La
clave está en la repetición" señaló Chris Smith, compositor de cortinas
musicales, "si una canción tiene muchos elementos musicales y
variaciones, no se asimila fácilmente".
Y parece ser que hasta los grandes músicos sufrían este fenómeno.
Cuenta la leyenda que Mozart se enfurecía con sus hijos cuando tocaban una melodía en el piano y la dejaban inconclusa.
El músico bajaba de su habitación inmediatamente, se sentaba al piano y no se detenía hasta completar la canción.
Fuente: www.bbcmundo.com
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