6 de mayo de 2013

Indicadores de Maltrato Psicológico en las Parejas

Es muy importante identificar y reconocer que hay diferencias entre la violencia domestica y la violencia psicológica. Aquí se discute la violencia privada , o silenciosa y la vamos a clasificar dentro del acoso moral o psicológico en tres tipos: el dominio, la violencia indirecta y la separación.

Dominio: Según Hirigoyen (2000) se inicia cuando el movimiento afectivo empieza a faltar. Un individuo narcisista impone su dominio para retener al otro , pero también teme que el otro se aproxime demasiado y le invada su terreno. Aquí la mujer se hunde en la duda y en la culpabilidad y no tiene capacidad de reacción. El placer del narcisista es paralizar a su pareja colocándola en una posición de confusión y de incertidumbre. Por medio de este proceso mantiene a su pareja a distancia y dentro de los limites que no le parecen peligrosos.

En esta fase se puede matar el cuerpo de una persona, por el maltrato psicológico recibido. La mujer empieza a tomar tranquilizantes, depresivos y hasta deja de comer. Con esta acción ella quiere hacerle saber a su pareja, que es cierto que ella es nadie y se anula psíquicamente. Aun cuando se tenga una buena imagen de si mismo, la persona pierde conciencia de su propio valor. Cuando la Tirania es domestica y la desesperación es individual la muerte alcanza un objetivo primordial y se apodera el sentimiento de no Ser. En estos casos se ha hecho un asesinato psicológico bien pensado, premeditado y con la intención de destruir. Se siente placer en saber que la mujer, en este caso es NADIE. Aparece en esta situación una constante particular no hay rastro, no hay sangre, y no hay cadáver. El muerto esta vivo y no hay nada que lo pueda incriminar. El muerto esta vivo y todo es NORMAL.

Violencia Indirecta: Es también conocida como perversa. Siempre aparece en los momentos de crisis, y se da cuando un individuo que tiene defensas perversas , no puede asumir la responsabilidad de su elección difícil. Se demuestra a través de una falta de respeto. La negatividad del opresor de asumir responsabilidad de su fracaso lo lleva a descargar su ira en su pareja. Generalmente, esto ocurre en individuos que tienen un fuerte ideal de pareja, mantienen unas relaciones, aparentemente normales hasta el día que tienen que elegir entre su antigua relación y otra nueva. Cuanto mas fuerte sea su ideal de pareja mas fuerte será su conducta perversa. No puede aceptar esa responsabilidad y le echa toda la culpa de su ruptura a su pareja, incluyendo el desamor y su falta de respeto.

Esto coloca a su pareja en una angustia terrible porque es quien tiene que hacer la toma de conciencia y manejar toda la gama de manipulación. Cuando sucede esto la mujer siente ira, vergüenza por no haber sido amada y vergüenza por aceptar humillaciones y padecido el trato cruel y sin sentimientos de su pareja. El odio acumulado aparece abiertamente y se ve a plena luz y es muy similar al delirio de persecución . De este modo los papeles se invierten el agresor es agredido y la culpabilidad sigue en el mismo lado. Para hacer esto creible, el agresor busca la manera, que la victima se comporte de manera reprensible y pueda demostrar que su visión es creíble.

El entendimiento de este tipo de violencia lo podríamos sintetizar de la siguiente manera; El hombre no puede asumir responsabilidad de sus actos, La culpa no pude ser un "issue " de difusión porque no hay espacio para la racionalización, lógica , dialogo o mediación. Aquí la mujer no importa lo que haga siempre será un objeto de odio por haber expresado y desafiado la imagen ideal que su pareja tenia de ella. Además, el necesitará desesperadamente formar otra relación "ideal" basada en el odio de su anterior pareja. La mujer necesita fortalecer su autoimagen y su identidad, no le puede temer a su agresor, al enfrentarse a sus propios demonios saldrá del juego y del chantaje de su anterior pareja. Es importante establecer, que en este tipo de relación la ingenuidad natural de creer que por estar enamorada es suficiente para hacerla feliz y generosa y mejor; es totalmente falsa. La conclusión que se desprende de todo esto es que en los perversos el amor tiene que estar separado del odio y a la vez es vital, para tener fuerzas estar rodeado de este malsano y espantoso sentimiento.

La Separación: ocurre durante los momentos de ruptura o de divorcio, en este caso su anterior pareja. Se trata de procedimientos defensivos de entrada, que no se pueden considerar como patológicos. El aspecto repetitivo y unilateral del proceso es que trae consigo un efecto destructor.

Al ocurrir la separación y el rompimiento el movimiento perverso se acentua, donde la violencia solapada se desencadena pues el perverso narcisista percive como su presa se le escapa. Según Lemaire (1979) algunas de las conductas vengativas tras una separación o divorcio pueden expresarse de la siguiente manera, para no odiarme a mi mismo necesito volcar todo mi odio contra otro, en este caso su anterior pareja, porque considero que en otro tiempo formo parte de si mismo.


Generalmente, las victimas se defienden mal sobre todo si creen que por haber tomado la decisión de la separación , lo cual es a menudo el caso y mantienen una actitud generosa esperando escapar de su perseguidor. La conducta perversa lo que pretende es desestabilizar al otro y le hace dudar de si mismo y de los demás.Para ello todo vale, las insinuaciones, las mentiras y los absurdos.

Para tener éxito el agredido no debe dejarse impresionar , no debe demostrar ninguna duda de si mismo , ni sobre las decisiones que haya tomado. Un hallazgo significativo en todo esto es aceptar que el que tiene un comportamiento perverso se negara a tener comunicación directa. Esta será su arma absoluta para demostrar la nulidad de su victima. Los seres que tienen conductas perversas no hacen otra cosa mas que reproducir lo que padecieron en su infancia, lo que vieron en acción en su propia familia . Nadie puede asumir completamente bien el papel de controlador, rescatador o perseguidor a costa de su propia integridad, dignidad y orgullo. No puedes cargar con la desgracia del otro y hacerla una penitencia de tu propia vida personal, emocional, afectiva, intelectual y espiritual. No naciste para destruirte, sino para construir y aprender de errores y lecciones que son parte vida.

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