9 de octubre de 2013

La promiscuidad

Debemos a Esquirol la primera codificación acerca de los excesos de la actividad sexual, que él llamó “ninfomanía” si se daba en las mujeres o “satiriasis” si se daba en los hombres. Para Esquirol la promiscuidad era una “monomanía” es decir algo próximo a lo que hoy entendemos como compulsión. Se era promiscuo por la misma razón que se bebía en exceso -dipsomanía-, una especie de impulso irresistible. Es interesante observar que Esquirol arrancó las “manías” de lo vicios o pecados al otorgarles una condición constitucional del impulso mórbido.
Pero hoy ya no consideramos a las monomanías esquirolianas como entidades discretas o trastornos mentales, aunque seguimos considerando a la promiscuidad como un rasgo de personalidad, no necesariamente patológico.
Desde el punto de vista evolutivo, tanto la monogamia como la poligamia o la promiscuidad se consideran estrategias evolutivamente estables (EEE). Significa que las tres formas de emparejamiento se han mantenido porque representan ventajas reproductivas. Asi cada especie de simio presenta una particular adaptación conductual en su organización sexual: el gorila, es polígamo, el chimpancé es promiscuo y la monogamia se encuentra tan representada en la naturaleza que me disculpo por no aportar más datos sobre sus ventajas.
Nosotros los humanos tenemos una organización sexual mixta, donde las tres estrategias se encuentran representadas. Somos fundamentalmente monógamos, pero existen sociedades culturalmente polígamas (usualmente culturas del desierto) y somos fuertemente promiscuos, tanto los hombres como las mujeres, si bien la promiscuidad ofrece más ventajas (reproductivas) para los hombres que para las mujeres. Es por eso que se considera -según algunos datos estadísticos de los que disponemos- que la frecuencia de la promiscuidad de los hombres dobla a los de la mujer.
Los etólogos utilizan un método para calcular la promiscuidad de las distintas especies, miden el número de parejas por embarazo, de modo que el gorila que es polígamo se le daria una puntuacion de 1, (una unica pareja por embarazo) mientras que en los chimpancés rondaria los 3.2. Lo interesante es que nuestra especie está alrededor de 1.2 parejas por embarazo. Claro que esta manera de puntuar no sirve para nuestros intercambios sexuales puesto que las hembras de nuestra especie no quedan fecundadas con tanta facilidad sobre todo desde que existen metodos anticonceptivos. Es necesario señalar además que los etólogos con este método pueden medir la promiscuidad de las hembras pero no la de los machos de modo que nos quedamos un poco cojos a fin de contestarnos a las siguientes preguntas:
1.- ¿Que es la promiscuidad?¿Cual es el punto de corte, entre una actividad normal y la promiscua?
2.-¿Son más promiscuos los hombres que las mujeres?
3.- ¿Es la promiscuidad un rasgo disadaptativo?
4.-¿Es más disadaptativo en un sexo que en el otro?
5.- ¿Tiene algo que ver con la patología?
¿Qué es la promiscuidad?.-
Después de hacer una busqueda por Internet he de decir que no he encontrado una definición satisfactoria de la misma. Todo parece remitirse a una cuestión relativa al numero de parejas/año. O dicho de otra manera la definición de promiscuidad está relacionada con el número de partenaires sexuales que una persona tiene en una determinada unidad de tiempo, incluso algunos estudios escogen el número de parejas/vida que es a mi juicio aun más oscuro.
Asi, para la OMS es promiscua cualquier actividad sexual que reuna dos o más parejas cada seis meses lo que no deja de contener un cierto tufillo moralista y resulta poco operativa porque podria incluir a casi toda la población al menos en ciertos rangos de edad. Los americanos han estudiado grandes cohortes de población que puedes ver aquitanto a través del (NHSLS) como del (NSFG) con resultados bastante similares.
Otra forma de medirlo es a través del constructo “one night stand” es decir parejas de una sola noche, o sexo casual. Lo cierto es que a pesar de que responder a la pregunta qué es y qué no es una actividad promiscua tropieza con grandes dificultades operativas, la principal es la arbitrariedad de las cifras, 2, 3, 8, 10 parejas al año? donde poner el punto de corte?
Algunos incluso han encontrado una fórmula de promiscuidad como la que cuentan aqui.Eres promiscuo si has tenido más parejas sexuales que tu edad.
Lo cierto es que es imposible desvincular el rasgo “promiscuidad” de otras variables como la edad, la cultura, la orientación sexual, la patología mental u otras conductas de riesgo. y sus consecuencias médicas que suele ser la razón por la que se investiga esta variable al margen de sus consecuencias psicologicas: las enfermedades de transmision sexual o el cáncer de cuello de utero, patologias que guardan una evidente relación con ella, asi como los embarazos no deseados y el IVE (interrupcion voluntaria del embarazo).
A pesar de las dificultades en su definición, la promiscuidad como la inteligencia son rasgos muy intuitivos a la hora de identificarlos, sobre todo en la patología (en los extremos), pero más complicada es identificarla cerca de los valores promedio, lo que parece indicar que estamos hablando de una variable continua. Ciertos sindromes como el TLP o trastorno limite de la personalidad sin embargo la tratan como una variable continua que o está presente o no lo está y cuentan a “la promiscuidad” como uno de los items mayores para el diagnóstico, si bien los incluyen dentro del cluster de la impulsividad, algo sobre lo que volveré más abajo.
De manera que tendremos que seguir explorando otras variables y olvidarnos del número de parejas/unidad de tiempo si queremos apresar mejor este rasgo.
2.- ¿Son más promiscuos los hombres que las mujeres?.-
La respuesta es si, lo son, y además por razones evolutivas. Los hombres aumentan su eficacia reproductiva en cada coito, además la testosterona les impulsa hacia situaciones de riesgo, exploratorias y a buscar sexo ocasional, algo que está muy bien estudiado (sobre todo por David Buss y otros) y que se conoce y con el nombre de emparejamientos a corto plazo: la disponibilidad de mujeres para el corto plazo es siempre menor que la de los hombres. Las mujeres no obtienen las mismas ventajas que los hombres en los contactos ocasionales salvo la diversidad genética, es por eso que existen las infidelidades femeninas en todas las especies monógamas. Es posible afirmar que la monogamia contiene el peaje evolutivo de la infidelidad y de los celos.
Tambien hay ciertas evidencias de que los hombres homosexuales son más promiscuos que los hombres o mujeres heterosexuales y que las mujeres homosexuales. Sin embargo Pinker en este post promueve una idea diferente: los hombres son todos promiscuos incluso si son homosexuales, incluso existe una relación entre el digit ratio y la predicción de la promiscuidad (exposición fetal a la testosterona)
¿Es disadaptativa la promiscuidad?.-
Es posible afirmar que la promiscuidad no es necesariamente disadaptativa. Existen al menos dos tipos de promiscuidad: una hedonística (el poliamor) y otra impulsiva.
La promiscuidad impulsiva se ha estudiado sobre todo en los TLPs y relacionando el “sexo casual” y la promiscuidad (alto número de parejas) con este trastorno. Los resultados dan a entender que ambos estilos correlacionan con el TLP a pesar de que en él no solo la impulsividad sexual se encuentra presente en la mayor parte de los casos.
Tampoco existen estudios que correlacionen por sexos la supuesta disadaptación de la promiscuidad con la patologia mental, si bien la frecuencia del TLP es 4:1 veces superior en mujeres lo que permite pensar en que estos desórdenes de la personalidad pueden resultar mas disadaptativos genéricamente en las mujeres que en los hombres.
Hacia una definición operativa de la promiscuidad.-
La promiscuidad es un rasgo de personalidad que por sí mismo no es necesariamente disadaptativo y puede coexistir con personalidades bien adaptadas e incluso con altos rendimientos, si bien en algún tramo de su recorrido se solapa con bajos perfiles de funcionamiento psicológico y social, más concretamente del TLP.
De manera que no tenemos más remedio que indagar hasta que punto la promiscuidad interfiere en la adaptación normal de una persona. Pensamos que este rasgo es además un rasgo continuo que sigue una sucesión continua (parejas/año) de números (2, 3, 6, 8) o secuencias en los que no es posible encontrar puntos de corte entre la normalidad y la patología y donde el sujeto puede combinarla con la monogamia e incluso con la castidad.
En las mujeres el rasgo es más disadaptativo que en los hombres por la misma razón que la depresión es más disadaptativa en los hombres que en las mujeres, `por razones evolutivas. Es posible afirmar que con independencia del número de parejas, frecuencia, permuta o sexo casual, existe promiscuidad cuando:
  • Existe una impredictibilidad en las relaciones a largo plazo y el individuo es incapaz de mantener una relación, incluso cuando esta relación es beneficiosa para él.
  • Las relaciones suelen romperse a causa de la interferencia de otras relaciones.
  • La conducta sexual interfiere en el funcionamiento general del sujeto, en forma de preocupaciones obsesivas o victimización.
  • Existen conductas de riesgo que llevan al menos a embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual y de repetición, pareciera como si el individuo no aprendiera de sus errores y donde el corto plazo se impone siempre al largo plazo.
  • No existe una relación hedónica con la actividad sexual sino culpabilización y/o victimización. Las relaciones suelen ser tormentosas, intensamente emotivas o aniquiladoras.
En el próximo post veremos más de cerca como la conducta promiscua se solapa con todas las patologias mentales en una especie de sopa genética común a través del estudio de una familia real con patología psiquiátrica y a propósito de una paciente de 31 años afecta de un TLP.

Sexual behavior in borderline personality: a review. Innov Clin Neurosci. 2011 Feb;8(2):14-8.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario