1 de diciembre de 2013

¿Cómo se hacen las hostias consagradas?

Las finas, blancas y redondas obleas que representan el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía
 no son otra cosa que discos de pan ázimo, es decir, que en su elaboración no se ha
 utilizado levadura. 

Normalmente, este pan eucarístico es fabricado de forma artesanal por los
 propios sacerdotes y monjas, aunque también existen panificadoras
 especializadas en su elaboración. 

La receta de las hostias es muy sencilla: agua y una mezcla de harinas 
de diferentes variedades de trigo. Una de ellas, rica en gluten, es la 
que da a la Forma su textura acorchada.

La masa previamente extendida se calienta entre dos planchas a 170 ºC,
 para que el agua se evapore. De este modo, se obtienen láminas de
 pan seco y crujiente que son apiladas y humedecidas con agua.
 Luego, con un corta masas especial se cortan las 
hostias propiamente dichas, que se dejan airear durante 5 o 6 días,
 antes de ser empaquetadas.                                                          Muy Interesante

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