28 de mayo de 2014

CUANDO SE HACEN MAYORES

Cuando se hacen mayores
A partir de los siete años de edad, nuestras mascotas necesitan una atención y unos cuidados especiales.
Hablar de geriatría en los animales domésticos es actualmente una realidad. Si echamos la vista ligeramente hacia atrás, nos daremos cuenta de la evolución en los cuidados de las mascotas: hace tan solo treinta años, la esperanza de vida de un gato no superaba los seis años… Actualmente es fácil encontrarnos con animales que superan los quince.
Gracias al interés de los propietarios y a los esfuerzos de los profesionales podemos disfrutar mucho tiempo de nuestros buenos amigos; pero el tiempo no perdona, el paso de los años genera la aparición de unas “necesidades especiales” en los animales mayores; debemos estar muy atentos cuando atraviesan la barrera de los siete años.
No queremos decir que cuando cumplen esta edad sean unos “animales venerables”, de pelo blanco y dificultosa locomoción… ¡¡Ni mucho menos!!; un perro o un gato de más de siete años tiene otras necesidades, distintas a las del cachorro y a las del adulto de menos de siete… Cuando el animal envejece, la capacidad de su organismo para regular las funciones habituales y para defenderse de las agresiones externas se altera de forma progresiva.
ANIMALES “VIEJOS”
La máxima esperanza de vida de un perro ronda los 27 años, pero es anecdótico ver a un perro con más de veinte. Para ser más realistas, la esperanza de vida se sitúa entre los trece y los quince años. En nuestro entorno podemos ver, cada vez más, animales que superan los diez años; a esta situación ha colaborado el cambio de gustos o preferencias de los propietarios hacia los animales de menor tamaño: más manejables y más longevos. El hombre tiene, entre otras, una especial obsesión: mantenerse joven. Clínicas estéticas, dietas, gimnasios… se procura por todos los medios mantenerse “inalterable en el tiempo”aunque solo sea la fachada… Este humano deseo se intenta extrapolar a la mascota; el veterinario no tiene una varita mágica, no puede evitar lo inevitable. Lo que sí puede ofrecernos el profesional es un “envejecimiento natural”, evitando dentro de lo posible la aparición de ciertas enfermedades cuya frecuencia aumenta irremediablemente con la edad.
EN LA CLÍNICA
Existen tres puntos fundamentales en la prevención sanitaria de las mascotas más mayores: prevención, nutrición e higiene. La medicina preventiva se basa principalmente en el descubrimiento, en el diagnóstico precoz de enfermedades en un momento de su evolución en el que es más fácil curarlas. Para poder llegar a tiempo, es imprescindible que el propietario realice un chequeo anual a su animal de más de siete años: revisión general, analítica sanguínea, de orina y de heces, radiografía de tórax, electrocardiograma, revisión dental… son las pruebas o valoraciones que no deben faltar ¡¡todos los años!!. La nutrición es uno de los pilares fundamentales: el animal senior tiene unos requerimientos nutricionales muy concretos y por ello debe alimentarse con un producto específicamente diseñado para su edad. Menor cantidad de sal, más fibra, proteínas de mejor calidad… estas y otras condiciones deben cumplirse en el alimento de nuestro amigo; las restricciones en el aporte de ciertos ingredientes (principalmente la sal) y el aumento o la mejora de la calidad de otros son variaciones que aseguran una óptima nutrición y un aumento de las expectativas de vida.
La higiene no termina con el cepillado y el baño; es muy importante mantener la regularidad de los cepillados y realizar los baños con productos específicos para el perro o para el gato… pero también es un apartado de los cuidados higiénicos proporcionar los paseos y el ejercicio adecuado a la edad de nuestro amigo, así como permitirle disfrutar de aire limpio y de los rayos del sol… parece que cuando se hacen mayores les sacamos menos a la calle… Si fomentamos este grave error, el animal padecerá con demasiada antelación problemas articulares, obesidad…
LO MEJOR DE LA VIDA
Nuestro buen amigo tiene muchos años por delante; sus expectativas de vida han dependido siempre de nosotros, pero a partir de los siete años debemos ser aún más cuidadosos. A partir de esta edad, el animal no sólo “cambia de fase”, nos lo demuestra: esta “más asentado”, está totalmente integrado en el entorno familiar y social, es “más tranquilo”… Si realizamos unas sencillas pautas, si acudimos al veterinario anualmente y si correspondemos a la dedicación y al cariño que ellos nos ofrecen sin esperar nada a cambio, conseguiremos que nuestras mascotas disfruten sanos y felices los mejores años de su vida.
LAS MASCOTAS GERIATRICAS
  • 1. A partir de los siete años de edad el perro y el gato tienen unas necesidades específicas en lo referente a prevención, nutrición e higiene.
  • 2. Es imprescindible un chequeo anual para “coger a tiempo” ciertas patologías que hacen su aparición a partir de esta edad.
  • 3. La alimentación de los animales senior contiene menos sal, más fibra y proteínas de mejor calidad y fácilmente digestibles.
  • 4. Debemos proporcionar el ejercicio y los paseos adecuados a la edad y a las capacidades de nuestro mejor amigo.
  • 5. Las expectativas de vida de estos animales aumentan de forma exponencial si existe un verdadero interés por parte del propietario.

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