6 de junio de 2014

La depresión y las flores de Bach

Los antiguos griegos ya hacían mención a un estado de locura delirante con ánimo exaltado. Soranus en el primer siglo antes de nuestra era, ya había notado la relación entre estos estados y la melancolía, e incluso describió los episodios mixtos. Pero fue Aretaeus de Capadocia el que hizo la conexión entre los dos episodios: "la melancolía es el principio y parte de la manía" …"algunos pacientes después de ser melancólicos tienen brotes de manía… de manera que la manía es una posible variedad del estar melancólico".

Quienes escuchan al deprimido hablar sobre ideas de muerte tratan de eludir el tema, en la creencia de que tratar de las ideas de suicidio podría desencadenarlo; también se teme que al abordar este tema, la persona en estado deprimido empiece a considerar su idea de suicidio como una posibilidad viable de verdad.

En realidad hablar abiertamente del tema puede representar un alivio para el depresivo. También resulta de enorme utilidad a quienes intentan ayudar dado que la charla abierta aporta datos y pistas de insospechado valor.

Las ideas de muerte y suicidio, que en el curso de una depresión pueden aparecer a raíz de cualquier acontecimiento desagradable, son un indicio del grado de desesperación que tiene el deprimido. Conviene que acuda a un profesional especializado que ayude a controlar el riesgo de suicidio y que proporcione recursos de mejora.

A menudo los allegados se habitúan a estas verbalizaciones, hasta que observan una aparente tranquilidad repentina luego de un estadío de agitación o furor. Es en esta instancia cuando debe ejercerse un control especial, brindar contención y cuidados; conversar, evitar dejarlo en soledad dado que esta serenidad puede significar que ha tomado una decisión drástica. La percepción objetiva de quien esta sano es tremendamente distinta de la de un deprimido. Por tal motivo, y en todos los casos, conviene controlar y evitar que el individuo tenga medicamentos pesados muy a la mano. Evitar desde luego, todo acceso a las vías posible de suicidio (cuchillos, tijeras, armas de fuego, píldoras para dormir, venenos, zogas, etc.)

Es imprescindible estar atentos a despedidas extrañas: cuando este sujeto se despide como si se fuera del país, como si estuviera a punto de emprender un largo viaje. No es de extrañar por lo tanto, que señale que lo quiere mucho, que repita esto y lo subraye. Pide perdón por algo cometido en el pasado, se muestra agradecido y extrañamente contento y aliviado. También pedirá que le cuiden al hijo, a la casa, a la madre, al gato, etc. Inconscientemente se le escapará “Adiós a todos “ en lugar de buenas noches; “Hasta siempre”, en lugar de “hasta luego”.

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