Cuando somos capaces de ampliar nuestra mirada y dejar de pensar como hemos sido tratados o lo que nos hicieron y vemos más allá de nuestros padres...observamos su propio sistema y vemos que ellos están sujetos a sus propios padres...el resentimiento se convierte en aceptación y amor.
Nuestra madre aun con su ausencia o con su maltratos...siente amor por nosotros, y lo demuestra a su manera...de la manera que aprendió así como nosotros lo hacemos con nuestros propios hijos.
Y si soy capaz de dirigir la mirada más allá de mamá...ella también dirigirá la mirada más allá de nosotros y se verá a sí misma... y esto es profundamente sanador para ambos...porque nos descubrimos el uno al otro en el reflejo de nuestros ojos.
Gracias mamá por ser la mejor para mi...Te amo profundamente.
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