Mi Boxy es una hembra boxer, sinónimo de fuerza, habilidad, elegancia, lealtad, después de 10 años, la vejez empieza su batalla silenciosa, poco a poco y sin darnos cuenta mi boxer cede ante el paso del tiempo, el pelo de su trompa ahora es blanca, cambio los días de travesuras y actividad por largos períodos de descanso, su apetito no es el mismo, sin embargo su cariño hacia nosotros se ha fortalecido, ella disfruta más estar en casa con la familia que antes y sigue disfrutando sus paseos matinales y nocturnos.
Sabemos que será víctima de la displasia, enfermedad característica de esta raza, además de otras enfermedades propias de la edad. Ya que ella nos dió todo lo mejor de ella, ahora nos toca cuidarla y protegerla.
Reciban saludos y hasta pronto.
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