Los violadores , su problema no es sexual, es un problema mental, padeciendo un
trastorno de la personalidad. Obteniendo poder sobre la víctima (no así placer
sexual), cometiendo un acto de dominio y sometimiento. Es un trastorno
de la personalidad, un déficit en su estructura psíquica, es una
estructuración perversa (en psicología psicoanalítica se hace referencia a
estos sujetos como perversos). Perverso no es igual a maldad. Perverso viene del
latín VERSUS que significa: ¨ en una dirección diferente ¨. En el
DSM-IV, se hace referencia a esta patología como ¨ sadismo
sexual o trastorno sexual ¨.
Estos sujetos no han interiorizado la ley que
nos han enseñado, considerando al otro no como una persona, como un sujeto, sino
como un objeto en donde satisface sus necesidades, tratándose de un acto
compulsivo. Mostrando conductas antisociales ligadas ala vez a otras conductas
antisociales como robo y violencia, comenzando al final de la adolescencia.
Estos comportamientos antisociales están ligados con la infancia: puede ser que
el sujeto haya vivido marginación en su infancia, por eso manifiesta conductas
antisociales o siendo que puede padecer, además, de ésto, una estructura de
personalidad psicótica o perversa. Siendo su relación con el mundo exterior una
relación marcada por considerar al otro como como objeto de satisfacción,
aparentando en su vida ¨normalidad¨. Si se tratara de un sujeto psicópata no muy
rígido de mente pero con estructura neurótica, sería susceptible de tratamiento
psicológico que pudiera mejorar su caracteropatía. Si la base estructural es
perversa o psicótica, ellos no quieren tratamiento ya que no consideran que
hayan hecho algo para merecer un tratamiento, la solución no sería la cárcel ya
que ella no corrige, si bien en la cárcel están contenidos y bien integrados al
punto de que se los considerán de buena conducta, pero al salir, como la norma
no está interiorizada, vuelven a cometer sis mismos actos, al faltarle la norma
que la institución les imponía.
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