Te invito a que leas mi "Antología PERSONAL" formada por una recopilación de experiencias propias combinadas con pensamientos filosóficos de autores conocidos y textos informativos entre otras cosas. Esto es un gran comienzo, veámos hasta donde puedo llegar... Rocío Romero Kuhliger.

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25 de junio de 2021

Adopción homoparental: ¿qué dice la evidencia?

La adopción por parte de homosexuales o adopción homoparental ha sido objeto de discusión legal, psicológica y hasta religiosa a lo largo de varias décadas. Muchas veces asociada a actos inmorales o desviaciones conductuales, la homosexualidad ha sido considerada pecado, crimen y, en tiempos más recientes, enfermedad mental. Los principales cuestionamientos hacia este tipo de adopción se basan en las posibles consecuencias que podría tener en los niños, ya sea en su identidad o conducta sexual. En esta discusión, tanto la ciencia como el estigma han alternado protagonismo y han influido en los debates legales sobre este tipo de adopción. Veamos qué dice la evidencia.

 - La homosexualidad fue considerada durante muchos años como un desorden mental, incluyéndose durante décadas en los manuales de diagnóstico psiquiátrico; sin embargo, más de tres décadas de evidencia científica han descartado esta hipótesis.

- La estigmatización de los homosexuales se extendió a las leyes, generando en muchos países prohibiciones que han ido siendo derogadas en países como EEUU, Francia, Australia y Nueva Zelanda, por mencionar algunos.

- De acuerdo con una reciente investigación de expertos de Harvard y el MIT, existe un factor genético que explicaría, en parte, la atracción hacia personas del mismo sexo.

- Organizaciones como la Asociación Americana de Psicología (APA) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) se han pronunciado a favor de la adopción homoparental.

- Según la AAP, existe una gran cantidad de evidencia científica que indica que no existe relación de causa y efecto entre la orientación sexual de los padres y el bienestar de los niños.


Adopción homoparental: los temores más extendidos

En la mayoría de los países en los que se prohíbe, se cree que la adopción por parte de homosexuales genera una serie de efectos negativos en los niños. Conflictos de identidad sexual; afectaciones en el desarrollo personal (mayores niveles de ansiedad, problemas de adaptación); dificultades en las relaciones sociales (que sean estigmatizados por otros niños); y miedo a que sean abusados sexualmente, son algunos de los temores más extendidos, por ejemplo, en los Estados Unidos. Así lo señala la Asociación Americana de Psicología.

Estos temores muchas veces se ven reflejados en leyes prohibitivas como la hondureña, que impide explícitamente la adopción por parte de homosexuales o la del estado de Florida, que hasta el 2014, establecía la misma barrera. Según el estudio “Lesbian & Gay Parenting”, publicado por la Asociación Americana de Psicología, han sido tres los criterios que históricamente han sustentado las decisiones judiciales adversas sobre este tipo de adopción en Estados Unidos: que los homosexuales son mentalmente enfermos, que las lesbianas son menos maternales que las mujeres heterosexuales y que las relaciones entre homosexuales dejan poco tiempo para la interacción entre padre e hijo.

Cabe preguntarse si estas ideas tienen fundamento, y si es así, ¿por qué algunos países como Francia, Reino Unido, Australia o Chile permiten la adopción homoparental? ¿Están poniendo en riesgo a los niños? Para aclarar estas dudas hagamos un breve repaso por las distintas formas de catalogar a la homosexualidad a lo largo de los años.


La homosexualidad y las fronteras de lo normal

La homosexualidad fue considerada durante años un desorden mental que debía ser tratado. Herramientas de categorización y diagnóstico como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría (de aquí en adelante APA, no confundir con la Asociación Americana de Psicología) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideraban a la homosexualidad como una desviación sexual o parafilia hasta la década de los 70 y la clasificaban junto con el voyerismo, el fetichismo, la zoofilia y la pedofilia. Esto se puede apreciar en el DSM I, el DSM II, el DSM III y el CIE-9. En este último, por ejemplo, la homosexualidad era definida como la exclusiva o predominante atracción sexual hacia personas del mismo sexo.

Sin embargo, ninguno de estos manuales fue el primero en catalogar a la homosexualidad como una anomalía: Richard von Krafft-Ebing lo había hecho el siglo anterior. Este psiquiatra alemán de la Universidad de Viena publicó en 1886 “Psycopathia sexualis", el primer libro dedicado enteramente a denominar y clasificar las perversiones sexuales. Para Krafft-Ebing, el objetivo del deseo sexual era únicamente la procreación, por lo que cualquier otro fin que se desviara de este propósito era una perversión. Bajo esa lógica, incluyó a la homosexualidad dentro de la paraesthesia o el deseo sexual sobre objetos “equivocados”.

Es importante entender que la calificación de una conducta como desorden mental se basa en ciertos criterios de normalidad que sirven como frontera para determinar qué es y qué no es un desorden. ¿Y qué sucede con los criterios de normalidad? Pues varían, entre otros factores, por los avances científicos. Incluso en la actualidad, de acuerdo a un artículo publicado en Psychological Medicine, una de las revistas académicas más importantes en Psicología, no existe una definición de desorden mental escrita en piedra, sino que se trata más bien de un concepto en constante mejora.

Dentro de las posibles causas de la homosexualidad, las primeras teorías sostenían que estaba relacionada a defectos internos o a agentes patógenos externos que podían afectar el normal desarrollo de la persona, ya sea en la etapa prenatal o postnatal, como exposición hormonal intrauterina, excesivos cuidados maternales, paternidad inadecuada u hostil, abuso sexual, entre otros. 

Las teorías psicoanalíticas, por su parte, comenzaron a tener sus propias ramificaciones en torno al tema de la homosexualidad. Sigmund Freud sostuvo en sus “Tres Ensayos sobre sobre la Teoría de la Sexualidad” (1905) que la homosexualidad no podía ser una condición degenerativa, como la había definido Krafft-Ebing, pues estaba presente en personas cuya eficiencia y capacidad cognitiva estaba comprobada. Freud creía más bien que todos nacemos con tendencias bisexuales y que la homosexualidad podía ser una fase transitoria en el desarrollo heterosexual.

Tras su muerte en 1939, muchos psicoanalistas postfreudianos desarrollaron sus propias teorías sobre la homosexualidad, uno de los más influyentes fue Sándor Radó, que a diferencia de Freud, descartaba la idea del bisexualismo innato y creía más bien que la heterosexualidad era la única norma biológica, argumentando que la homosexualidad era causada por una crianza inadecuada. Esto dejó la puerta abierta para el surgimiento de las famosas terapias de “cura” o de “conversión”, que se hicieron bastante populares a lo largo de esas décadas, en las que la homosexualidad era vista como una anomalía. Además, las teorías psicoanalíticas tuvieron mucha influencia en los criterios usados para determinar los desórdenes mentales del DSM-I (1952), el primer manual publicado por la APA, donde se incluyó a la homosexualidad como un desorden mental.

A finales de la década de los 40, sin embargo, trabajos como el del profesor de la Universidad de Indiana, Alfred Kinsey, pionero en la investigación sobre la sexualidad humana, apuntaban que la homosexualidad era una conducta mucho más cercana a la normalidad de lo que se pensaba. Para Kinsey, la mayoría de las personas intercambia a lo largo de su vida una serie de experiencias tanto heterosexuales como homosexuales, independientemente de su orientación sexual. Señalaba, además, que la capacidad de un individuo de responder eróticamente a cualquier tipo de estímulo, independientemente de si lo provee una persona del mismo sexo o del sexo opuesto, es básica en las especies, afirmación que le iba quitando peso a los argumentos que sostenían que era una desviación. Agregaba, asimismo, que los patrones de heterosexualidad y homosexualidad son conductas aprendidas, que dependen en un grado considerable de las costumbres que se validen en el entorno donde uno ha crecido.

Posteriormente, las mismas instituciones que antes habían considerado a la homosexualidad como una anomalía fueron paulatinamente cambiando su posición. Así lo hizo la APA en 1974, al retirar a la homosexualidad de sus manuales de diagnóstico, adelantándose casi 20 años a la OMS, que hizo lo mismo en 1992 a medida que la evidencia científica desmitificaba los supuestos perjuicios de la homosexualidad.

Ya en el 2019, un análisis genético de casi medio millón de personas ―la mayor investigación genética de la historia en torno a la orientación sexual― realizado por investigadores de la Universidad de Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) se ha convertido en la evidencia más relevante hasta la fecha de que no existe un gen específico que determine la homosexualidad, como lo sostenían algunas teorías que se hicieron populares en los 90, sino más bien una interacción de varios genes que explicarían, en parte, la atracción hacia personas del mismo sexo. Esta influencia genética ―entre el 8% y el 25% de las conductas no heterosexuales― no predice si una persona será homosexual, bisexual o heterosexual, sin embargo, revela la complejidad detrás de la sexualidad humana, que requiere de mayor evidencia para determinar otros factores influyentes.


Padres homosexuales, ¿niños homosexuales?

Ya en tiempos más recientes, diversos estudios se han centrado en analizar las consecuencias en los niños de la crianza homosexual. Charlotte Patterson, de la Universidad de Virginia, es una de las principales investigadoras sobre el tema, y en una revisión de estudios, titulada “Children of Lesbian and Gays Parents”, analizó la evidencia existente sobre el desarrollo personal y social de los niños con padres homosexuales, ocupándose de tres aspectos de su identidad sexual: la identidad de género, los roles de género y la orientación sexual. La identidad de género se relaciona con la autoidentificación de una persona como hombre o mujer; los roles de género refieren a las actividades u ocupaciones que ciertas sociedades asimilan como masculino, femenino o ambos; y la orientación sexual refiere a la elección de parejas sexuales, ya sea heterosexual, homosexual o bisexual. Patterson no encontró evidencia significativa para afirmar que la crianza homoparental compromete de alguna forma el desarrollo psicosocial de los niños.

Al respecto, Susan Golombok, directora del Centro de Investigación Familiar de la Universidad de Cambridge y Fiona Tasker, de la Universidad de Londres, estudiaron la influencia de padres homosexuales en la orientación sexual de los niños durante más de 10 años ―en su tránsito hacia la adolescencia― en más de 40 menores criados tanto por homosexuales como por heterosexuales. Al comparar los resultados, la gran mayoría de los 25 participantes con madres lesbianas se identificó como heterosexual ―solo dos se identificaron como homosexuales―.

Los roles de género fueron también estudiados por Richard Green, reconocido sexólogo y psiquiatra estadounidense, quien no encontró diferencias entre los 56 niños criados por lesbianas y los 48 criados por madres heterosexuales con respecto a sus programas de televisión favoritos, personajes, juguetes o juegos preferidos. Algunos indicadores en las entrevistas dieron cuenta de que los niños criados por madres lesbianas tenían una menor tendencia a seguir ciertos roles de género en comparación con los niños de las madres heterosexuales. Estos resultados fueron presentados en la Reunión Anual de la Asociación Americana de Psicología de 1979 y hoy forman parte de los estudios que validan la posición institucional de la Asociación en favor de la adopción homoparental.


"Los estereotipos no se sustentan en data"

Con el paso del tiempo y la publicación de diversos estudios que mostraban la inexistencia de evidencia científica para afirmar que existen diferencias significativas entre la crianza de padres homosexuales y heterosexuales, varias instituciones científicas empezaron a apoyar la adopción homoparental.

En 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) retiró a la homosexualidad de su lista de desórdenes mentales, señalando que la homosexualidad por sí misma no compromete el juicio, la estabilidad, confiabilidad o capacidades sociales o vocacionales de las personas. Al año siguiente, la Asociación Americana de Psicología hizo lo mismo, avalando su decisión en las más de tres décadas de evidencia sobre el tema.

En la misma línea, varios de los comités de expertos que conforman la Academia Americana de Pediatría (AAP) llevaron a cabo en el 2005 un análisis multidisciplinario sobre los efectos del matrimonio, la unión civil y la convivencia en el aspecto legal, financiero y psicológico de los niños con padres homosexuales. En el documento hacen referencia a la importancia de establecer políticas públicas que promuevan un entorno emocional sano, que genere bienestar psicológico y legal en los niños, independientemente de la orientación sexual de los padres, mostrando de esta manera su apoyo a la adopción homoparental.

De acuerdo con la publicación de la AAP, "más de 25 años de investigación han documentado que no existe relación entre la orientación sexual de los padres y ninguna medida de ajuste emocional, psicosocial y conductual de un niño”. Es más, la investigación añade que “estos datos han demostrado que no hay riesgo para los niños como resultado de crecer en una familia con uno o más padres homosexuales". En el 2013 la Academia Americana de Pediatría reafirmó su apoyo a la adopción homoparental: "una gran cantidad de investigaciones científicas documenta que no hay relación de causa y efecto entre la orientación sexual de los padres y el bienestar de los niños".

La Asociación Americana de Psicología, por su parte, adoptó en el 2012 una posición institucional al respecto, llegando a considerar a los padres homosexuales como un grupo social estigmatizado, sosteniendo que las creencias sobre ellos no están basadas en experiencias personales, sino que son culturalmente transmitidas. Cierran su comunicado, con una frase que hace notar no solo su apoyo, sino su rechazo hacia el tratamiento que la homosexualidad ha tenido en la esfera social: “los estereotipos no se sustentan en data”.

Por: Enterarse

Equipo de Investigación



3 de junio de 2021

Papá, ¿me prometes que no te enojarás si te digo algo?".

 Papá, ¿me prometes que no te enojarás si te digo algo?".
-¿Qué es?

No, primero tienes que prometer.

Ok, no me enojo, lo prometo.

- Hoy lloré frente a toda la clase.
- Y, ¿por qué?

- Porque la maestra me dijo que no hice bien la tarea, y me sacó lágrimas en los ojos.
- Y, ¿crees que debería enojarme por esto?

- Mis amigos dicen que llorar es estúpido, que solo lloran los niños débiles.
- Pero, ¿sabías que habías hecho mal la tarea?

- No, pensé que era justo. La hice con mamá ayer.
- Entonces escúchame bien.

Hay dos cosas que te voy a decir, y tendrás que recordarlas por siempre. Prométeme que no las olvidarás.
- Ok, papá, lo prometo.

- Primero: ¡Estoy orgulloso de ti!
Saber que sabes llorar es una bendición, las lágrimas no son algo malo, son algo maravilloso, créeme, llorar no es para nada estúpido.

Si lloras, significa que estás sintiendo emociones, que estás vivo, que no eres una marioneta de madera sin ningún sentimiento, y apuesto a que tus amigos también habrán llorado infinidad de veces, aunque quieran hacerte creer lo contrario.
Así que, llora cada vez que quieras, todos lloran, y muy importante, nunca te avergüences de tus lágrimas, ellas son parte de ti.

A menudo son las lágrimas las que te hacen sentir mejor cuando estás enfermo, cuando te duele aquí, justo dentro del corazón.
- ¿Y lo segundo?".

- Equivocarse es normal. Hacer mal las cosas es normal.
Sabes que mamá y yo también, ¿nos hemos equivocado muchas veces?

Es de los errores que aprendes, nunca aprenderás nada de hacer las cosas bien, siempre de una manera correcta.
¡Siéntete siempre libre de equivocarte!

Así que, no me voy a enojar porque tú y mamá se equivocaron al hacer la tarea, y no me enojaré porque lloraste, al contrario, ¡estoy feliz!
Amo a los niños que se convirtieron en adultos y que todavía saben llorar ... Además saben de su derecho a equivocarse.

Errar es de humanos, llorar de valientes, así que levanta la cara y enfrenta la vida tal cual...

24 de mayo de 2021

Autismo: señales de alerta para su detección

 El autismo es un trastorno que afecta a la comunicación del lenguaje, el interés por otras personas y las relaciones sociales. En general, los padres son los primeros en detectar que algo pasa. Es cierto que siempre hay excepciones y padres primerizos que no tienen posibilidad de comparar con el desarrollo de otros hijos. Casi todos los expertos conceden gran importancia a estas primeras sospechas e intuiciones.

Antes de los 12 meses

  • Pocas veces dirige la mirada a las personas
  • No muestra anticipación cuando va a ser cogido
  • Falta de interés en juegos interactivos simples como el "cucu-tras" o el "toma y daca"
  • Falta de ansiedad ante los extraños sobre los 9 meses

Después de los 12 meses

  • Menos contacto ocular
  • No responde a su nombre
  • No señala para pedir      
  • No muestra objetos
  • Respuesta inusual ante estímulos auditivos 
  • Falta de interés en juegos interactivos simples como el "cucu-tras" o el "toma y daca"
  • No mira hacia donde otros señalan
  • Ausencia de imitación espontánea
  • Ausencia de balbuceo social/comunicativo como si conversara con el adulto

Entre los 18-24 meses

  • No señala con el dedo para pedir algo que quiere   
  • Dificultades para seguir la mirada del adulto 
  • No mira hacia donde otros señalan
  • Retraso en el desarrollo del lenguaje comprensivo o expresivo  
  • Falta de juego funcional con juguetes o presencia de formas repetitivas de juego con objetos (p. ej. alinear, abrir y cerrar, encender y apagar, etc.)     
  • Ausencia de juego simbólico 
  • Falta de interés por otros niños o hermanos
  • No suele mostrar objetos
  • No responde cuando se le llama      
  • No imita ni repite gestos o acciones que otros hacen (p. ej. muecas, aplaudir)   
  • Pocas expresiones para compartir afecto positivo    
  • Antes usaba palabras, pero ahora no (regresión en el lenguaje)

A partir de los 36 meses

Comunicación

  • Ausencia o retraso en el lenguaje o déficit en el desarrollo del lenguaje no compensado por otros modos de comunicación  
  • Uso estereotipado o repetitivo del lenguaje, como ecolalia, o referirse a sí mismo en 2ª o 3ª persona
  • Entonación anormal   
  • Poca respuesta a su nombre 
  • Déficit en la comunicación no verbal (p. ej. no señalar y dificultad para compartir un "foco de atención" con la mirada)
  • Fracaso en la sonrisa social para compartir placer y responder a la sonrisa de los otros
  • Consigue cosas por sí mismo, sin pedirlas            
  • Antes usaba palabras, pero ahora no
  • Ausencia de juegos de representación o imitación social variados y apropiados al nivel de desarrollo

Alteraciones sociales

  • Imitación limitada (p. ej. aplaudir) o ausencia de acciones con juguetes o con otros objetos
  • No muestra objetos a los demás
  • Falta de interés o acercamientos extraños a los niños de su edad
  • Escaso reconocimiento o respuesta a la felicidad o tristeza de otras personas
  • No se une a otros en juegos de imaginación compartidos
  • Fracaso a la hora de iniciar juegos simples con otros o participar en juegos sociales sencillos
  • Preferencia por actividades solitarias  
  • Relaciones extrañas con adultos, desde una excesiva intensidad a una llamativa indiferencia  
  • Escasa utilización social de la mirada         

Alteraciones de los intereses, actividades y conductas

  • Insistencia en rutinas y resistencia a los cambios en situaciones poco estructuradas
  • Juegos repetitivos con juguetes (ej. alinear objetos, encender y apagar luces, etc.)   
  • Apego inusual a algún juguete u objeto que siempre lleva consigo y que interfiere en su vida cotidiana
  • Hipersensibilidad a los sonidos, al tacto y a ciertas texturas
  • Respuesta inusual al dolor
  • Respuesta inusual ante estímulos sensoriales (auditivos, olfativos, visuales, táctiles y del gusto)        
  • Patrones posturales extraños, como andar de puntillas
  • Estereotipias o manierismos motores          

Detección a partir de los 5 años*

Alteraciones de la comunicación

  • Desarrollo deficiente del lenguaje, que incluye mutismo, entonación rara o inapropiada, ecolalia (repite todo lo que se le dice), vocabulario inusual para su edad o grupo social
  • En los casos en los que no hay deficiencias en el desarrollo del lenguaje, existe uso limitado del lenguaje para comunicarse y tendencia a hablar espontáneamente solo sobre temas específicos de su interés (lenguaje fluido, pero poco adecuado al contexto)    

Alteraciones sociales

  • Dificultad para unirse al juego de los otros niños o intentos inapropiados de jugar conjuntamente
  • Habilidad limitada para apreciar las normas culturales (en el vestir, estilo del habla, intereses, etc.)
  • Los estímulos sociales le producen confusión o desagrado
  • Relación con adultos inapropiada (demasiado intensa o inexistente)
  • Muestra reacciones extremas ante la invasión de su espacio personal o mental (resistencia intensa cuando se le presiona con consignas distintas a su foco de interés)  

Limitación de intereses, actividades y conductas

  • Ausencia de flexibilidad y juego imaginativo cooperativo, aunque suela crear solo ciertos escenarios imaginarios (copiados de los vídeos o dibujos animados)
  • Dificultad de organización en espacios poco estructurados      
  • Falta de habilidad para desenvolverse en los cambios o situaciones poco estructuradas, incluso en aquellas en las que los niños disfrutan, como excursiones del colegio, cuando falta una profesora, etc.
  • Acumula datos sobre ciertos temas de su interés de forma restrictiva y estereotipada

Otros rasgos

  • Perfil inusual de habilidades y puntos débiles (por ejemplo, habilidades sociales y motoras escasamente desarrolladas, torpeza motora gruesa)
  • El conocimiento general, la lectura o el vocabulario pueden estar por encima de la edad cronológica o mental     
  • Cualquier historia significativa de pérdida de habilidades 
  • Ciertas áreas de conocimientos pueden estar especialmente desarrolladas, mostrando habilidades sorprendentes en áreas como matemáticas, mecánica, música, pintura, escultura...

Nota: En cualquier edad se pueden presentar los signos establecidos en las etapas previas. Estos factores, de forma aislada, no indican la existencia de un trastorno del espectro autista. Deben ser comentados para alertar a los profesionales de que existe un riesgo, de forma que la derivación dependerá de la situación en su conjunto. Tampoco pueden interpretarse desde el punto de vista evolutivo del trastorno del espectro autista, sino como posibles signos que podemos encontrarnos en niños en distintas edades.

*Las señales de alarma a partir de los 5 años de edad están más orientadas a aquellos casos que han podido pasar desapercibidos en evaluaciones anteriores por ser cuadros con menos afectación como el caso del síndrome de Asperger.

30 de septiembre de 2016

5 heridas emocionales de la infancia que persisten cuando somos adultos

Los problemas vividos en la infancia dejan heridas emocionales que vaticinan cómo será nuestra calidad de vida cuando seamos adultos. Además, estos pueden influir significativamente en como nuestros niños de hoy actuarán mañana y en como nosotros, por otro lado, afrontaremos las adversidades.
Así, de alguna forma, a partir de estas 5 heridas emocionales o experiencias dolorosas de la infancia, conformaremos una parte de nuestra personalidad. Veamos a continuación cuáles son nuestras heridas definidas por Lisa Bourbeau….

1- El miedo al abandono

La soledad es el peor enemigo de quien vivió el abandono en su infancia. Habrá una constante vigilancia hacia esta carencia, lo que ocasionará que quien la haya padecido abandone a sus parejas y a sus proyectos de forma temprana, por temor a ser ella la abandonada. Sería algo así como “te dejo antes de que tú me dejes a mí”, “nadie me apoya, no estoy dispuesto a soportar esto”, “si te vas, no vuelvas…”.
 Las personas que han tenido las heridas emocionales del
abandono en la infancia,
tendrán que trabajar su miedo a la soledad, su temor
 a ser rechazadas y las barreras
 invisibles al contacto físico.
Niña en la oscuridad
La herida causada por el abandono no es fácil de curar. Así, tú mismo serás consciente de que ha comenzado a cicatrizar cuando el temor a los momentos de soledad desaparezca y en ellos empiece a fluir un diálogo interior positivo y esperanzador.

2- El miedo al rechazo

El miedo al rechazo es una de las heridas emocionales más profundas, pues implica el rechazo de nuestro interior. Con interior nos referimos a nuestras vivencias, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos.
En su aparición pueden influir múltiples factores, tales como el rechazo de los progenitores, de la familia o de los iguales. Genera pensamientos de rechazo, de no ser deseado y de descalificación hacia uno mismo.
La persona que padece de miedo al rechazo no se siente merecedora de afecto ni de comprensión y se aísla en su vacío interior. Es probable que, si hemos sufrido esto en nuestra infancia, seamos personas huidizas. Por lo que debemos de trabajar nuestros temores, nuestros miedos internos y esas situaciones que nos generan pánico.
Si es tu caso, ocúpate de tu lugar, de arriesgar y de tomar decisiones por ti mismo. Cada vez te molestará menos que la gente se aleje y no te tomarás como algo personal que se olviden de ti en algún momento.

3- La humillación

Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que los demás nos desaprueban y nos critican.Podemos generar estos problemas en nuestros niños diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, así como aireando sus problemas ante los demás; esto destruye la autoestima infantil.
Las heridas emocionales de la humillación generan con frecuencia una personalidad dependiente. Además, podemos haber aprendido a ser “tiranos” y egoístas como un mecanismo de defensa, e incluso a humillar a los demás como escudo protector.
Haber sufrido este tipo de experiencias requiere que trabajemos nuestra independencia, nuestra libertad, la comprensión de nuestras necesidades y temores, así como nuestras prioridades.
Padre enfadado con su hijo

4- La traición o el miedo a confiar

Surge cuando el niño se ha sentido traicionado por alguno de sus padres principalmente, no cumpliendo sus promesas. Esto genera una desconfianza que se puede transformar en envidia y otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor de lo prometido y de lo que otros tienen.
Haber padecido una traición en la infancia construye personas controladoras y que quieren tenerlo todo atado y reatado. Si has padecido estos problemas en la infancia, es probable que sientas la necesidad de ejercer cierto control sobre los demás, lo que frecuentemente se justifica con un carácter fuerte.
Estas personas suelen confirmar sus errores por su forma de actuar. Sanar las heridas emocionales de la traición requiere trabajar la paciencia, la tolerancia y el saber vivir, así como aprender a estar solo y a delegar responsabilidades.

5- La injusticia

La injusticia como herida emocional se origina en un entorno en el que los cuidadores principales son fríos y autoritarios. En la infancia, una exigencia en demasía y que sobrepase los límites generará sentimientos de ineficacia y de inutilidad, tanto en la niñez como en la edad adulta.
Las consecuencias directas de la injusticia en la conducta de quien lo padece será la rigidez, pues estas personas intentan ser muy importantes y adquirir un gran poder. Además, es probable se haya creado un fanatismo por el orden y el perfeccionismo, así como la incapacidad para tomar decisiones con seguridad.
Requiere trabajar la desconfianza y la rigidez mental, generando la mayor flexibilidad posible y permitiéndose confiar en los demás.
Ahora que ya conocemos las cinco heridas del alma que pueden afectar a nuestro bienestar, a nuestra salud y a nuestra capacidad para desarrollarnos como personas, podemos comenzar a sanarlas.
La Mente es Maravillosa

22 de septiembre de 2015

Identificación de problemas en la comunicación

Es muy importante que los padres sepan cuál es el diagnóstico de su hijo para así informar al especialista de cómo trabajarlo. Muchas veces los padres quieren saber mucho más del tema si su hijo tiene un problema lingual, un problema de mutismo y saber cómo trabajar la terapia de lenguaje con ellos. Vamos a ver hoy día trastornos de desarrollo del lenguaje y ustedes van ayudándome con su experiencia y poniendo énfasis en lo que quieren que yo explique más profundamente.
Tenemos la Dislalia, ustedes habrán escuchado ese término, bueno es un término médico, es un problema en cuanto a la pronunciación de la palabra, nosotros sabemos que en cuanto lo que es la palabra puede darse a nivel verbal y no verbal. Tenemos la palabra mamá por ejemplo en nivel verbal y no verbal sería nada, no verbal son gestos, señas, apoyos.
Tenemos entonces la dislalia por omisión, vemos a los niños cuando deben decir por ejemplo la palabra rosa y el dicen osa¿Qué está haciendo? Omitir y no expresar bien la palabra.
Otra es la dislalia por sustitución. La palabra rosa la cambia por loza.
Hay otras causas por la cual un niño puede tener problemas de lenguajecomo el frenillo, ese niño necesita la terapia, porque habla pero pronuncia inadecuadamente. Para que ustedes se den cuenta el frenillo es una lengua que tiene forma de corazón. En algunos casos puede ser hereditario o por causas de algunos medicamentos que tomó la madre cuando estaba embarazada.
En provincias, por ejemplo, en Ayacucho hay mucha incidencia del labio leporino y paladar hendido y según dicen algunos estudios es a causa de los truenos en la región que afectan el momento embrionario de la gestante, cuando se está formando el niño. Algunos niños no tienen la telita que une la lengua con la boca u otros tienen poco entonces ahí es donde se detecta la disminución del lenguaje verbal. Hay personas que son adultas con frenillo y no han hecho terapia de lenguaje y tienen problemas para hablar.
Otra de las causas para el problema del lenguaje es la sobreprotección, en este caso no hay dislalia, no hay frenillo, es básicamente el exceso de protección que le damos a nuestros hijos y hace que el lenguaje disminuya, que solamente le entiende mamá y papá y le hacemos todo lo que él señala sin darle oportunidad a que trate de pronunciar palabra alguna, sabiendo que el niño lo puede lograr.
Lo que todo padre hace, porque el amor es tan grande hacia nuestros hijos que muchas veces inconscientemente se cae en la sobreprotección y luego los padres dicen qué hago señorita con mi hijo. Entonces tenemos que poner mucho énfasis en no sobreproteger a nuestros hijos para no tener en el futuro problemas de lenguaje y de engreimiento que causan también conductas inadecuadas, como por ejemplo no dejar que la madre converse con nadie por la calle solamente con el niño y si o hace el niño se pone hacer rabietas.
Muchos veces los padres de familia traen a los niños a terapia de lenguaje a los 2 años, a los 2 años y medio y dicen por qué no habla, pero es la etapa en la cual el desarrollo recién se está dando, pero cuando tienen 4 o 5 años y no hablan o dicen solamente palabritas, tienen retraso de lenguaje. Ya más adelante ya tienen o existe un problema de lenguaje, que debe ser tratado a tiempo e intensivamente.
Nosotros tenemos en nuestro cerebro lo que es afasia comprensiva que genera la comprensión de lo que decimos y la afasia expresiva que permite decir las palabras. Nosotros tenemos en el cerebro lo que es la brocca la parte de hablar ywernicke que es la parte comprensiva.
Para que nuestros hijos desarrollen esas deficiencias se pueden hacer tarjetas de secuencias de casos reales, como por ejemplo la preparación de un postre, pero en figuras.

Otras situaciones y precaucionesEn los niños que tienen problemas de convulsiones el lenguaje y su desarrollo va ser un poco lento, la convulsión va afectar la parte motriz y las cuerdas vocalesforman la parte motriz, la parte facial, pero mientras el niño entienda todo lo que se le habla estamos por buen camino y con mucha terapia y trabajo en casa se logra el lenguaje verbal.
El problema de las dislalias o afasias y la sobreprotección no son los únicos que generan problemas en el lenguaje. La madre también debe tener sumo cuidado cuando está gestando, cuidado con el uso indebido de medicamentos y también en la parte postanal porque pueden sufrir un accidente. Las alteraciones cerebro vasculares también pueden causar problemas en el habla.
Toda terapia cuando es detectada a temprana edad hay más posibilidades de lograr su objetivo cuando es muy tardío el tratamiento del lenguaje no es igual.
En resumen, los problemas del habla se dan por:

  • Dislalia.
  • El frenillo corto.
  • La sobreprotección.

  • Otras patologías: síndrome down, autismo, asperger, parálisis cerebral y personas con habilidades diferentes, niños ciegos, sordos.

Esta última categoría es muy amplia porque cada diagnóstico presenta diferentes características de ser evaluadas por la especialista en lenguaje para poder priorizar lo que se va a trabajar con el niño.Es muy importante que la familia apoye el trabajo de la terapista de lenguajeen casa para que los progresos se vayan dando de lo contrario solamente con unos 45 minutos de clases una vez a la semana no se logra que el niño emita palabra alguna, el trabajo tiene que ser en equipo.
Otro punto de igual importancia es que los padres de familia tengan pacienciaporque me dicen: señorita yo quiero que mi hijo hable y quieren que la terapia dure 1 hora o más, recuerden que los niños tienen tolerancia máximo de 45 minutos para que puedan asimilar lo que se le enseña, y deben tener paciencia que el proceso es lento y el progreso también.
Luego de la exposción se formaron grupo de tres padres de familia para que puedan plasmar en un papelógrafo cómo motivan a sus hijos para incrementar su lenguaje.
Gianina Sánchez, Licenciada y magister en audición y lenguaje
taskichiyperu@yahoo.com

LA GRANDEZA DE LA MUJER

Cualquier cosa que le des a una mujer, ella hará algo fabuloso.

Dale un esperma y ella te dará un bebé

Dale una casa y ella te dará un hogar...

Dale alimentos y ella te dará una exquisita comida...

Dale una sonrisa y ella te dará su corazón…

Ella multiplica y engrandece todo lo que le des...

Así que si le das problemas... ¡¡prepárate!!

Noche mágica


Noche Mágica - Imágenes para redes sociales

Viviendo con un alcohólico

El apoyo médico y psicológico es fundamental para poder ayudar a solucionar el difícil problema del alcoholismo en el ámbito familiar
Fundación México Unido
Lic.Salvador Beltrán.

El trato cotidiano con adictos y familiares, nos hace espablecer definiciones que, si bien no siempre resultan ciertas, en la mayoría de los casos no se equivocan. Así, como solemos decir que todo alcohólico es ingenioso y seductor, también reconocemos en la mayoría de las esposas o parejas de alcohólicos, una gran fortaleza, solidaridad, paciencia y lealtad que, en la mayoría de los casos, es traicionada por el adicto.


El último en enterarse de su adicción, es el propio adicto y cuando se entera, ya ha causado una larga cadena de daños en su entorno y quienes conviven con él, han agotado los recursos a su alcance para lograr la mejoría del enfermo.

He aquí algunos comentarios que te ayudarán, si crees que eres alcohólico/a o tu pareja es víctima del alcoholismo.

1.- El Alcoholismo es una enfermedad real sobre la que no!20se tiene control, que afecta a todos los que mantienen una relación estrecha con el enfermo. Las causas del alcoholismo no se encuentran en la debilidad de carácter, la inmoralidad, ni el deseo de herir a otros sino en problemas que pueden ir desde educativos, psicológicos, ambientales o familiares.

Investigaciones recientes, acerca de esta enfermedad, documentan infinidad de casos en los que se ha logrado la recuperación total del adicto y la de sus familiares (coadictos) a través de los programas de autoayuda basados en los doce pasos de AA y en los programas alternos para familiares (Al Anon, Al Ateen, Hijos Adultos de Alcohólicos Codependientes Anónimos) o bien, para la atención de padecimientos alternos como la neurosis y las dependencias emocionales.

Una vez que el alcohólico ha aceptado la idea de que el alcoholismo es una enfermedad, de la cual los bebedores compulsivos y los que se preocupan por ellos pueden hallar alivio, no hay razón para sentirse avergonzado/a del alcoholismo, ni razón para temerle, lo importante es buscar la solución.

2.- Es por tanto muy importante informarse de la realidad y borrar del pensamiento todo lo que se crea saber acerca del alcoholismo para que se pueda empezar un programa de aprendizaje. Si hay un servicio de información sobre alcoholismo cerca del domicilio (consulta la guía telefónica), visítenlo. Encontrarán información basada en investigaciones y experiencias. Lean todo lo que puedan sobre el tema. Pidan una lista de libros, búsquenlos y léanlos de preferencia en familia.

Asistiendo a las reuniones abiertas de AA obtendrán información directa de alcohólicos en recuperación. No teman asistir a las reuniones, ni se sientan extraños(a). Conversen con los miembros después de las reuniones. Hablen de sus dificultades con las personas que conozcas allí.

3.-Busquen ayuda ahora. No esperen a que el alcohólico busque ayuda antes de tomar una decisión en tu propio beneficio.

4.- Algunas cosas que no se deben hacer cuando el alcohólico está bebiendo, para evitar violencia y otros problemas, son:

- No lo trates como a un niño.
- No lo vigiles para saber cuánto bebe.
- No busques el licor escondido.
- No tires el licor; él siempre encontrará más.
- No lo sermonees sobre la bebida.
- Nunca discutas con él mientras está alcoholizado.
- No prediques, reproches, amenaces, castigues, regañes, ni riñas al alcohólico.

El alcohólico sufre de un sentimiento de culpabilidad, mayor de lo que podemos imaginar. Recordarle los fracasos, el abandono de la familia y amistades y las faltas, es un esfuerzo inútil que sólo empeorará la situación. Es inútil decir “si me quisieras”, prometer, coaccionar o amenazar. El alcoholismo es obsesivo por naturaleza y no se puede controlar con la fuerza de voluntad, ni con el amor a una pareja o familia.

A veces una crisis, que le permita al alcohólico/a “tocar fondo”; puede convencer al alcohólico de su necesidad de ayuda (pérdida del trabajo, accidentes, arrestos). Evita el cuidado excesivos en esos momentos. La crisis puede ser detonador de recuperación. No hagas nada por impedir que la crisis suceda. No pagues sus cheques sin fondos, ni cuentas vencidas, ni vayas con disculpas al jefe*

El sufrimiento que estás tratando de suavizar con tales acciones puede ser lo que el alcohólico necesite para darse cuenta de la gravedad de su situación. Como suele decirse, no hay mal que por bien no venga.

¿EXISTE DIOS?

Grabando en piedra

Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto.
En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro.
Lastimado, pero sin decir nada,
escribió en la arena:

MI MEJOR AMIGO ME DIO HOY
UNA BOFETADA.

Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse.

El amigo que había sido abofeteado comenzó a
ahogarse, pero su amigo lo salvó.

Después de recuperarse, escribió en una piedra:

MI MEJOR AMIGO HOY SALVO MI VIDA.

El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó:

-Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra.

-¿Porqué?

-El otro amigo le respondió:

-Cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vientos del perdón puedan borrarlo.

-Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo.
APRENDE A ESCRIBIR TUS HERIDAS EN LA ARENA Y GRABAR EN PIEDRA TUS VENTURAS.
¡¡¡QUE DIOS TE BENDIGA!!!

Los Derechos de los Niños

¿Cómo saber reconocer si estás siendo maltratada?


Suele ser difícil reconocer la situación, pensamos que lo que ocurre es normal, que son imaginaciones nuestras… así que aquí tienes unas buenas pistas para descubrir si estás siendo maltratada.
  • Eres una mujer mahtratada… cuando tu novio, marido o compañero te golpea, te insulta, te amenaza, te hace sentir humillada, estúpida e inútil.
  • Eres una mujer maltratada…si te prohibe ver a tu familia, vecinos, amigos...
  • Eres una mujer maltratada… si no te deja trabajar o estudiar.
  • Eres una mujer maltratada… si te quita el dinero que ganas o no te da lo que precisas para las necesidades básicas de la familia.
  • Eres una mujer maltratada… si te controla, te acosa y decide por ti.
  • Eres una mujer maltratada… si te descalifica o se mofa de tus actuaciones.
  • Eres una!20mujer maltratada…; si te castiga con la incomunicación verbal o permanece sordo ante tus manifestaciones.
  • Eres una mujer maltratada… si te desautoriza constantemente en presencia de los hijos, invitándoles a no tenerte en cuenta.
Toda mujer es bella
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