Fundación México Unido 
Lic.Salvador Beltrán.El  trato cotidiano con adictos y familiares, nos hace espablecer  definiciones  que, si bien no siempre resultan ciertas, en la mayoría de  los casos no se  equivocan. Así, como solemos decir que todo alcohólico  es ingenioso y seductor,  también reconocemos en la mayoría de las  esposas o parejas de alcohólicos, una  gran fortaleza, solidaridad,  paciencia y lealtad que, en la mayoría de los  casos, es traicionada por  el adicto. 
El último en  enterarse de su adicción, es el propio adicto y cuando se  entera, ya ha  causado una larga cadena de daños en su entorno y quienes conviven  con  él, han agotado los recursos a su alcance para lograr la mejoría del   enfermo.
He aquí algunos comentarios que te ayudarán, si crees que eres alcohólico/a o  tu pareja es víctima del alcoholismo. 
1.-  El Alcoholismo es una enfermedad real sobre la que no!20se tiene control,   que afecta a todos los que mantienen una relación estrecha con el  enfermo. Las  causas del alcoholismo no se encuentran en la debilidad de  carácter, la  inmoralidad, ni el deseo de herir a otros sino en  problemas que pueden ir desde educativos, psicológicos, ambientales o  familiares.
Investigaciones  recientes, acerca de esta enfermedad, documentan infinidad de  casos en  los que se ha logrado la recuperación total del adicto y la de sus   familiares (coadictos) a través de los programas de autoayuda basados en  los  doce pasos de AA y en los programas alternos para familiares (Al  Anon, Al Ateen,  Hijos Adultos de Alcohólicos Codependientes Anónimos) o  bien, para la atención  de padecimientos alternos como la neurosis y  las dependencias emocionales.
Una  vez que el alcohólico ha aceptado la idea de que el alcoholismo es una   enfermedad, de la cual los bebedores compulsivos y los que se preocupan  por  ellos pueden hallar alivio, no hay razón para sentirse  avergonzado/a del  alcoholismo, ni razón para temerle, lo importante es  buscar la solución.
2.- Es  por tanto muy importante informarse de la realidad y borrar del   pensamiento todo lo que se crea saber acerca del alcoholismo para que se  pueda  empezar un programa de aprendizaje. Si hay un servicio de  información sobre  alcoholismo cerca del domicilio (consulta la guía  telefónica), visítenlo.  Encontrarán información basada en  investigaciones y experiencias. Lean todo lo  que puedan sobre el tema.  Pidan una lista de libros, búsquenlos y léanlos de  preferencia en  familia.
Asistiendo a las  reuniones abiertas de AA obtendrán información directa de  alcohólicos  en recuperación. No teman asistir a las reuniones, ni se sientan   extraños(a). Conversen con los miembros después de las reuniones. Hablen  de sus  dificultades con las personas que conozcas allí.
3.-Busquen ayuda ahora. No esperen a que el alcohólico busque ayuda antes de  tomar una decisión en tu propio beneficio.
4.- Algunas cosas que no se deben hacer cuando el alcohólico está bebiendo,  para evitar violencia y otros problemas, son:
- No lo trates como a un  niño.
- No lo vigiles para saber cuánto bebe.
- No busques el licor  escondido.
- No tires el licor; él siempre encontrará más.
- No lo  sermonees sobre la bebida.
- Nunca discutas con él mientras está  alcoholizado.
- No prediques, reproches, amenaces, castigues, regañes, ni  riñas al alcohólico. 
El  alcohólico sufre de un sentimiento de culpabilidad, mayor de lo que   podemos imaginar. Recordarle los fracasos, el abandono de la familia y  amistades  y las faltas, es un esfuerzo inútil que sólo empeorará la  situación. Es inútil  decir “si me quisieras”, prometer, coaccionar o  amenazar. El alcoholismo es  obsesivo por naturaleza y no se puede  controlar con la fuerza de voluntad, ni  con el amor a una pareja o  familia.
A veces una crisis,  que le permita al alcohólico/a “tocar fondo”; puede  convencer al  alcohólico de su necesidad de ayuda (pérdida del trabajo,  accidentes,  arrestos). Evita el cuidado excesivos en esos momentos. La crisis  puede  ser detonador de recuperación. No hagas nada por impedir que la crisis   suceda. No pagues sus cheques sin fondos, ni cuentas vencidas, ni vayas  con  disculpas al jefe*
El sufrimiento que estás tratando de suavizar  con tales  acciones puede ser lo que el alcohólico necesite para darse  cuenta de la  gravedad de su situación. Como suele decirse, no hay mal  que por bien no venga.
 
 
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