•Crisis experiencial: transición a adultez media.
•Período de máximo rendimiento y productividad.
•Con la experiencia se logra una mayor integración del conocimiento. La eficiencia se relaciona con la experiencia.
•Cambios en diferentes ámbitos de la personalidad; estos cambios enfrentan a una crisis al final de la adultez media.
•Se produce una reorganización o reestructuración de la identidad:
•redefinición de la imagen corporal (rollos, canas, calvicie, etc.)
•redefinición de las relaciones con los padres, los hijos y la pareja
•evaluación de los planes que se proyectaron desde la adolescencia
•reconocimiento de que queda poco por vivir, lo que genera cuestionamientos acerca de lo que se ha hecho y lo que queda por hacer
•La fase anterior a la crisis es un período muy estable, existe una alto control de sí mismo, los impulsos no presionan por salir. Se debe lidiar con la sociedad y el mundo.
•Integración de la personalidad: se es menos vulnerable a las presiones externas, se saben manejar mejor.
•El logro de esta estabilidad, más los cambios físicos propios de esta etapa, generan una fase de introversión que se relaciona con el proceso de individuación (descrito por Jung). Al haber dominado las presiones externas se puede dedicar la energía al conocimiento de sí mismo.
•Se espera que el adulto medio se conozca más, que el sí mismo se vuelva más auténtico, en el sentido de que se tiene una visión más realista de la vida. Se viven procesos de duelo (cómo era antes, cómo soy ahora, qué me queda por vivir). Las relaciones con el mundo externo se hacen más selectivas. Existe una mayor tolerancia a la frustración. Valoración más alta de la paciencia. Las funciones yoicas se vuelven más eficientes (se puede vivir estados emocionales sin desbordarse ni perjudicar a otros).
•Los cambios ponen a prueba la madurez de la personalidad.
Crisis ! reestructuración ! nueva posibilidad de madurez y desarrollo.
•Madurez emocional o personalidad madura: ser capaz de ejercer un dominio activo sobre el mundo. Al mismo tiempo, al enfrentar al mundo lo percibimos correctamente, lo mismo pasa con las capacidades del sí mismo (percibir bien). Capacidad de discriminación de aspectos sutiles de la personalidad propia y de los demás. La personalidad presenta unidad, consistencia, armonía de los rasgos.
•Proceso de individuación: el sujeto se vuelca hacia su interior. Se produce un mayor conocimiento de sí mismo y se integran los nuevos aspectos a la personalidad. Se toma contacto con aspectos inconscientes y desconocidos de la personalidad. Este proceso desarrolla la capacidad de aceptar el paso del tiempo, las frustraciones y genera mucha confianza en los recursos internos (ser capaz de tolerar cosas que antes no creía posibles). Si se logran integrar los arquetipos joven/viejo y anima/animus, se logra una expansión de la personalidad y del conocimiento; se es más consistente frente al resto y con uno mismo.
•Cambios biológicos y físicos:
- aparecimiento de canas, calvicie, sequedad cutánea (arrugas)
- disminución de la fuerza muscular y de la velocidad de reacción
- acumulación de tejido adiposo en determinados sectores del cuerpo
Estos cambios no implican una pérdida de las funciones, sino que estas disminuciones implican la generación de cambios en los hábitos de vida.
Físicamente, en la mujer se vive la menopausia (45-50). Disminución fluctuante. Aquí si se da la pérdida de una función: la capacidad reproductora. Mal genio, labilidad, falta de energía. Desajuste en relación al equilibrio anterior. Sintomatología física (cambios) y psicológica: “me estoy poniendo vieja, ya no puedo tener más hijos”. La mujer va a vivir mucho más aceptadamente la vejez, siempre que no haya centrado su autoestima en el atractivo físico.
Andropausia en los hombres: disminución de la hormona masculina (testosterona). Disminución en la cantidad de espermios y su velocidad. Disminuye la frecuencia de las relaciones sexuales. Con la pérdida de la testosterona se da una cierta inestabilidad sexual, se requiere más estimulación y apoyo de parte de la pareja.
Todos estos cambios generan mucha angustia y duelo por el cuerpo joven. Se convierten en una gran herida narcisística. Refuerzan la conciencia de la vejez y la muerte próxima.
Se espera la aceptación de la nueva imagen física, que los cambios sean integrados a la personalidad.
•Ámbito laboral: se perciben limitaciones de los proyectos personales hacia atrás y hacia el futuro (“queda poco tiempo”). Se teme a la competencia de las generaciones nuevas.
Fase de consolidación de la carrera (3 etapas):
•Al hacer la revisión, el adulto medio toma conciencia de cuáles son las metas que se realizaron y cuáles no.
•Qué proyectos me gustaría realizar.
•Llevar a cabo estos planes y proyectos.
Se trata de reorientar creativamente la energía.
Se asume el rol de tutor; más liderazgo respecto a las generaciones nuevas. Posibilita desarrollar diferentes aspectos de sí mismo, tanto al tutor como al tutoreado. Esto permite que el tutor se sienta valorado en lo profesional. También se desarrolla la sensación de continuidad del propio proyecto. Posibilita la sublimación de aspectos agresivos frente a los más jóvenes. El rol de tutor supone la capacidad de identificarse con los logros de las personas más jóvenes.
El conflicto eriksoniano que se da en esta etapa es el de generatividad v/s estancamiento y la fuerza básica es el cuidado. El rol de tutor contribuye a la generatividad.
El tutor favorece el desarrollo del tutoreado, fortalece sus habilidades, lo apoya, guía y aconseja, facilitando el desarrollo general. Sirve como modelo en distintos ámbitos. Cumple un poco el rol de padrino, aprovecha sus influencias para beneficio del tutoreado.
El tutor debe cumplir, aunque sea en parte, los sueños del tutoreado.
Una buena tutoría implica potenciar habilidades y ayudar a asumir defectos, reconocerlos.
• Relaciones emocionales: se redefinen las relaciones con:
•Padres: envejecimiento de ellos. Se produce un cambio de rol (los hijos toman el rol que antes correspondía a los padres). Significa aceptar que son débiles, vulnerables y que se pueden morir en cualquier minuto. Aumenta el sentimiento de vulnerabilidad personal.
La inversión de roles implica desarrollar una herida narcisística por la identificación con los padres que ya no están bien. Se genera una ofensa al yo al identificarme con alguien que está declinando.
•Hijos: relación más horizontal y simétrica. El padre debe promover la autonomía y la independencia de los hijos. Funciones fundamentales: orientar y guiar, respetando la autonomía.
Crisis edad media: enfrentar la posibilidad de ser superado por los hijos. Asusta por la “pérdida del rol”. También se sufre al saber que ya no son fuente de identificación de los hijos; ellos reconocen defectos y critican abiertamente. Lo más sano sería ser capaz de aceptar y sentirse gratificados por el proceso de autonomización de los hijos. Además, deben tolerar ser objeto de evaluación.
•Pareja: se requiere un reordenamiento de la vida matrimonial, por el fenómeno del nido vacío. Ahora se pueden abordar temáticas que antes no se podía por dedicación a los hijos. Surgen conflictos que estaban latentes a lo largo de la vida de la pareja que no se habían resuelto por alguna razón. Pasar más tiempo juntos produce dificultades en la relación diaria, se requiere un sistema diferente que permita un acomodo real.
La pareja constituye una fuente de aceptación de los cambios corporales.
En el ámbito sexual: el juego de seducción es diferente, el coito también. Se generan procesos de adaptación, ajuste a cambios biológicos normales.
Dentro de la revisión de la crisis se concluye que la pareja comparte todo un pasado común que permite la proyección de la vejez en conjunto, lo que da tranquilidad a la pareja.
•Estos signos cambian la perspectiva del tiempo, aparece la conciencia de la muerte personal. Se genera una adaptación en la proyección de metas, haciendo un análisis de los proyectos pasados y futuros.
Esto se plantea como una crisis normativa. Se da una mejor comprensión en todos los ámbitos por la inversión de roles. Esta crisis favorece la integración.
Se plantea el segundo proceso de individuación. Se aceptan mayores aspectos de la personalidad y, por otra parte, nos preparamos para la muerte.
•Crisis: generatividad v/s estancamiento
La virtud que surge de esta crisis es el cuidado por los otros.
Generatividad: apoyar a las nuevas generaciones. Se expresa a través del ejercicio de roles. Enseñar, instruir, transmitir valores. Comprometerse a mejorar las condiciones de vida para las generaciones venideras. Se relaciona con la trascendencia (dejar algo).
De la generatividad emergen recursos: reparar, integrar amor y odio, sublimación, reconocer las propias limitaciones y aceptar lo inevitable de la muerte.
Sólo podemos ser generativos en la medida que hemos superado la reestructuración de la personalidad, aceptar la muerte propia. Implica hacer un duelo por el pasado y por las capacidades que se van perdiendo.
Estancamiento: incapacidad de preocuparse por el otro. Se produce por no haber resuelto crisis anteriores o la actual, lo que impide el desarrollo y fortalecimiento del yo (ejemplo: alguien a quien le cuesta aceptar su proceso de envejecimiento, no facilita nada a las generaciones nuevas).
Se puede manifestar en la elaboración de metas no realistas (por tiempo, plata, capacidades, etc.). La energía se puede orientar mucho a la pseudo-intimidad. Se evita tomar conciencia de la verdad.
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