1. El perverso siempre tiene una serie de fantasías conscientes, sabe que va a cometer el acto sexual previamente, en una determinada escenografía que se denomina ESCENARIO. Ese escenario es imprescindible para que él pueda desarrollar su actividad sexual perversa. Si no se da, no la desarrolla. Siempre está presente la connotación de OBSCENIDAD, siempre se trata de dañar, humillar, hacer daño, destruir al objeto sexual.
2. Ese deseo de hacer daño al objeto sexual tiene una intención de VENGANZA; lo somete a una serie de humillaciones que son la venganza de las que él ha sufrido, real o imaginariamente, particularmente durante su infancia y adolescencia.
3. Necesita la sensación de SUPERIORIDAD, triunfo, dominación. Necesita colocar a su víctima en situación de sumisión, temor,...
4. El sujeto perverso está reviviendo un traumatismo sexual infantil, porque ha sido humillado en su sexo o en su identidad sexual. Consiste en REVIVIR esa experiencia pero invirtiendo los papeles, pasa de víctima a vengador. Identificación con el agresor para evitar la identificación con la víctima (temor).
5. Al perverso le gusta correr ciertos riesgos; situarse en el límite de desafío a la ley ("me van a pillar", "me pueden pillar").
6. Tendencia a DESHUMANIZAR al objeto; considerar a su víctima sexual como sin sentimientos, sin dignidad, de usar y tirar.
7. El perverso teme la ley; le gusta rozarla, pero la teme, así que se cuida de reconocer estos comportamientos porque sabe que de ello depende la sanción.
En su vida habitual, el perverso puede tener diferentes tipos de personalidad:
- Perversión egosintónica: está contento de serlo, alardea de su conducta perversa (salvo bajo amenaza legal). Es frecuente que sintonice con otros perversos y actúen conjuntamente. No sienten angustia, ni ansiedad, ni sufrimiento por su perversión. Burlan la ley siempre que pueden. Suelen ser muy transgresores con las leyes estéticas, suelen ser muy creativos. Sus propuestas (literarias...) son revolucionarias en cuanto a estética, proponen rebeliones artísticas (Ej: sus propios excrementos embalados). Los perversos llevan una vida compatible con su vida sexual, sin incurrir en la ley (Ej: Dalí). Aquel con personalidad perversa no suele ir nunca al psicólogo, sólo se sabe de ellos en peritajes psiquiátricos (se dice lo que interesa).
Hay muchas maneras de practicar la perversión: intimidad, clubs, turismo sexual... - Personalidades perversas con estructura neurótica: son personalidades que sufren, tienen un conflicto con su perversión, les angustia, deprime,... Alternan periodos sin actividad perversa con periodos de actividad perversa repetitiva generalmente. Esta actividad esporádica de la que se avergüenzan, es oculta y secreta. Realizan las llamadas perversiones ecotistémicas: conllevan culpa.
- Personalidades psicóticas: Son sujetos que habitualmente no son perversos, pero cuando se agudiza su brote psicótico hay perversión. En este caso sería más correcto hablar de desviación que de perversión. Habitualmente tienen una personalidad escindida, de doble personalidad como puede recordarnos el film "Seven". El psicótico con actividades perversas no tine fantasías perversas conscientas, simplemente las realiza. Es el único caso de perverso que sería considerado enfermo y no criminal en un procedimiento judicial.
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