Desde el anunció de los posibles inconvenientes hasta el término del tratamiento, tanto el hombre como la mujer, pasarán por fases que serán necesarias conocer y aprender a enfrentarlas:
• Diagnóstico: Frente a la existencia de algún problema, la negación psicológica será tu primera respuesta, ya que tu mente no da cabida a esta alternativa y te invadirán diversos sentimientos: Pena, rabia, impotencia, y en ocasiones descontrol.
• Comunicación. Luego del diagnóstico, tu doctor te presentará las diversas alternativas de tratamiento. Averigua la mayor cantidad de información posible para estar atenta a sus consecuencias y efectos secundarios, sus posibilidades de éxito y de fracaso. Esta etapa se caracteriza por la presencia de la esperanza de que todo va a resultar bien y por la autopresión de que “esto debe resultar”.
• Aceptar el problema e iniciar el tratamiento. Probablemente será el momento de mayor estrés. Es posible sentir cierto malestar físico, y en algunas personas pueden revelarse síntomas de ansiedad y depresión. Debes reconocer las características de tus redes de apoyo y determinar qué será más conveniente: Incluirlos o mantenerlos alejados del tema.
En esta etapa, pueden surgir problemas y discusiones en torno a la vida sexual de la pareja. Probablemente se convertirá en algo monótono, cuyo fin último será concebir, dejando de lado el placer y la intimidad. Es fundamental conversar y compartir en pareja los sentimientos y emociones sobre el tema; esto facilitará el entendimiento y el acercamiento.
• Resultado del tratamiento: Si éste es positivo, la pareja se fortalecerá y sólo le restará tomar todas las medidas de precaución que el médico indique.
No te aísles, la comunicación sigue siendo el elemento esencial para sobrellevar este instante. Comparte los sentimientos y emociones con alguien empático que comprenda la situación.
Para no ser víctima de todos estos síntomas y aprender a contener de mejor forma la espera, te entregamos algunos consejos para que apliques en tu día a día:
1.- No convertir el tema de la infertilidad en tabú, date un tiempo para conversarlo, pero tampoco lo conviertas en la trama de tu vida.
2. Durante la segunda fase del tratamiento, programa actividades que te mantengan ocupada durante el tiempo de espera
3. Define cuándo y cómo le contarás a tu familia y amigos. Anticipa este momento y da respuestas claras y concretas a las posibles preguntas.
4. Busca a un especialista si te sientes abrumada. El soporte psicológico puede ser un mecanismo de ayuda, tanto individualmente como en pareja.
5. Práctica alguna técnica para relajarte o busca este momento a través de actividades como el deporte.
6. Proyectar el futuro. Planeen en pareja cuantos ciclos de tratamientos estarán dispuestos a realizar y busquen una alternativa B a la posibilidad de no conseguir buenos resultados.
7. Utilizar la experiencia propia para ayudar a otras personas que se encuentren en una situación igual o parecida.
8. Infórmate correctamente y no escuches comentarios dudosos y negativos.
9. Reafirmar los intereses habituales, no centrar sus intereses únicamente en el problema de infertilidad o en el tratamiento de ésta. Es importante afianzar los lazos con la pareja.
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