Un proxy anónimo, también conocido como servidor de proxy anónimo, permite a un usuario acceder a un archivo, página Web, o cualquier otro recurso a través de un servidor que entrega los servicios requeridos del usuario por medio de otro servidor remoto. Por ejemplo, cuando un usuario accede a una página Web por un Proxy anónimo, dicho usuario habla a dicho proxy y el proxy es el encargado de comunicarse con la página Web manteniendo la privacidad del usuario, como puede ser su dirección IP.
El propósito de tal dispositivo es proteger la privacidad del usuario que está navegando por Internet, y evitar que otros individuos puedan registrar e inspeccionar la conexión del usuario. Este tipo de proxies son normalmente usados en lugares de trabajo o universidades, con el fin de poder pasar algunas barreras puestas por los administradores, como pueden ser firewalls o servicios de monitorización. En algunos de los sitios comentados antes, algunos sitios Web son vetados y prohibidos para impedir que la productividad de los trabajadores o estudiantes se vea afectada. Por este motivo, el objetivo es intentar dar una circunvalación para evitar cualquier sistema de monitorización que pueda controlar los sitios que están visitando en la red.
Los proxies anónimos hacen de muro entre el usuario y el servicio al que se quiere acceder. Estos servidores, por tanto, pueden ser plataformas de salto para evitar restricciones y llegar a estos servicios que pueden estar bloqueados por algún país u otro tipo de organización proveyendo la conexión a Internet. Otras personas los utilizan simplemente para garantizar que nadie sepa de donde es su procedencia.
Hay sin embargo, algunos riesgos cuando utilizamos un proxy anónimo. De la manera en que están diseñados los proxies anónimos, especialmente los que trabajan con páginas Web, todos los datos son enviados sin encriptar. Por este motivo, es posible que cierta información confidencial como pueden ser cuentas de usuario y contraseñas, puedan ser guardadas en un estos servidores si el administrador tiene malas intenciones. Puede ocurrir también, que a través de un encadenamiento de proxies, algunos usuarios puedan caer victimas de sitios Web mostrando medidas de seguridad falsas, permitiendo seguir las actividades del usuario.
Por los motivos antes mencionados, solo se debe confiar en proxies anónimos de confianza y con una clara política de privacidad. Existen en la red multitud de sitios donde ofrecen servicios de este tipo que son bien conocidos y fiables, aunque siempre es mejor indagar y preguntar en foros y comunidades para que nos aconsejen antes de utilizar uno de estos elementos.
El propósito de tal dispositivo es proteger la privacidad del usuario que está navegando por Internet, y evitar que otros individuos puedan registrar e inspeccionar la conexión del usuario. Este tipo de proxies son normalmente usados en lugares de trabajo o universidades, con el fin de poder pasar algunas barreras puestas por los administradores, como pueden ser firewalls o servicios de monitorización. En algunos de los sitios comentados antes, algunos sitios Web son vetados y prohibidos para impedir que la productividad de los trabajadores o estudiantes se vea afectada. Por este motivo, el objetivo es intentar dar una circunvalación para evitar cualquier sistema de monitorización que pueda controlar los sitios que están visitando en la red.
Los proxies anónimos hacen de muro entre el usuario y el servicio al que se quiere acceder. Estos servidores, por tanto, pueden ser plataformas de salto para evitar restricciones y llegar a estos servicios que pueden estar bloqueados por algún país u otro tipo de organización proveyendo la conexión a Internet. Otras personas los utilizan simplemente para garantizar que nadie sepa de donde es su procedencia.
Hay sin embargo, algunos riesgos cuando utilizamos un proxy anónimo. De la manera en que están diseñados los proxies anónimos, especialmente los que trabajan con páginas Web, todos los datos son enviados sin encriptar. Por este motivo, es posible que cierta información confidencial como pueden ser cuentas de usuario y contraseñas, puedan ser guardadas en un estos servidores si el administrador tiene malas intenciones. Puede ocurrir también, que a través de un encadenamiento de proxies, algunos usuarios puedan caer victimas de sitios Web mostrando medidas de seguridad falsas, permitiendo seguir las actividades del usuario.
Por los motivos antes mencionados, solo se debe confiar en proxies anónimos de confianza y con una clara política de privacidad. Existen en la red multitud de sitios donde ofrecen servicios de este tipo que son bien conocidos y fiables, aunque siempre es mejor indagar y preguntar en foros y comunidades para que nos aconsejen antes de utilizar uno de estos elementos.
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