Causas, incidencia y factores de riesgo
La esquizofrenia es una enfermedad compleja e incluso los expertos en el campo no están seguros de cuál es su causa.
Los factores genéticos parecen jugar un papel, ya que las personas que tienen miembros de la familia con esquizofrenia pueden ser más propensas a adquirir la enfermedad.
Algunos investigadores creen que los sucesos en el ambiente pueden desencadenar la esquizofrenia en personas que ya están genéticamente en riesgo de padecer este trastorno. Por ejemplo, una infección durante el desarrollo dentro del útero de la madre o experiencias psicológicas estresantes pueden incrementar el riesgo de desarrollo de esquizofrenia posteriormente en la vida.
La esquizofrenia afecta alrededor del 1% de la población en todo el mundo y ocurre por igual entre hombres y mujeres, pero en estas últimas tiende a comenzar más tarde y ser más leve. Por esta razón, los hombres tienden a representar más de la mitad de los pacientes en los servicios con un elevado número de adultos jóvenes. Aunque la esquizofrenia generalmente comienza a principios de la adultez, hay casos en los cuales el trastorno se inicia más tarde (más de 45 años).
La esquizofrenia de aparición en la infancia comienza después de la edad de 5 años y, en la mayoría de los casos, después de un desarrollo normal. La esquizofrenia en la infancia es poco común y puede ser difícil diferenciarla de otros trastornos del desarrollo en la infancia, como el autismo.
Síntomas
Inicialmente, usted puede sentirse tenso o tener problemas para dormir o concentrarse. Usted puede volverse aislado y retraído, y tener problemas para conseguir y conservar los amigos.
A medida que la enfermedad continúa, se presentan síntomas psicóticos como:
Una apariencia o estado de ánimo que no refleja emoción alguna (afecto plano)
Movimientos extraños que muestran menos reacción al entorno (comportamiento catatónico)
Creencias o pensamientos falsos que no tienen nada que ver con la realidad (delirios)
Escuchar, ver o sentir cosas que no existen (alucinaciones)
Con frecuencia, se presentan problemas con el pensamiento como:
Problemas para prestar atención
Los pensamientos "saltan" entre temas que no tienen relación (pensamiento desordenado)
Los síntomas pueden ser diferentes dependiendo del tipo de esquizofrenia.
Los tipos paranoides a menudo se sienten ansiosos, con mucha frecuencia están enfadados o alegando y falsamente creen que otros están tratando de hacerles daño a ellos o a sus seres queridos.
Los tipos desorganizados tienen problemas para pensar y expresar sus ideas claramente, a menudo exhiben un comportamiento infantil y con frecuencia muestran poca emoción.
Los tipos catatónicos pueden estar en un estado constante de intranquilidad o pueden no moverse o estar hipoactivos. Los músculos y la postura pueden ser rígidos. Pueden hacer muecas o tener otras expresiones faciales extrañas y pueden ser menos sensibles a otros.
Los tipos indiferenciados pueden tener los síntomas de más de otro tipo de esquizofrenia.
Los tipos residuales experimentan algunos síntomas, pero no tantos como los que están en un episodio verdadero de esquizofrenia.
Las personas con algún tipo de esquizofrenia pueden tener dificultad para conservar amigos y trabajar. También pueden tener problemas de ansiedad, depresión y pensamientos o comportamientos suicidas.
Signos y exámenes
No existen exámenes médicos para la esquizofrenia.
Curso de la enfermedad y duración de los síntomas
Cambios en el nivel de desempeño antes de la enfermedad
Antecedentes del desarrollo
Antecedentes genéticos y familiares
Respuesta a los medicamentos
Las tomografías computarizadas de la cabeza y otras técnicas de imagenología pueden encontrar algunos cambios que ocurren con la esquizofrenia y pueden descartar otros trastornos.
Tratamiento
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