El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es una condición que empieza en la niñez temprana, pero a menudo no se despliega completamente hasta la adultez joven (de los veinte a los veinticinco). “Es un trastorno común que, se estima, afecta entre el diez y catorce por ciento de la población general”, declara el doctor Richard J. Corelli, médico de Stanford.
La causa del TLP no se comprende en su totalidad, pero algunos entendidos creen que puede ser el resultado de un desbalance químico en el cerebro. Estos químicos (neurotransmisores) ayudan a balancear el humor y las influencias genéticas y ambientales. Este trastorno de salud mental es más común entre la gente cuyos miembros de la familia también tienen TLP. También se ha notado que la gente que ha desarrollado este desorden, ha sufrido un trauma importante en la niñez temprana. El trauma puede ser físico, sexual, abuso emocional, negación, o talvez una agobiante o perturbadora separación de uno de los padres.
¿Cuáles son los Síntomas?
Quienes sufren del Trastorno Límite de la Personalidad, tienen síntomas de emociones inestables, impulsividad, una autoimagen débil, dificultad para controlar la ira, sentimientos intensos de rechazo—abandono; y a menudo, se automutilan. También batallan con emociones de depresión, desórdenes alimenticios o abuso de sustancias. Las víctimas del TLP, frecuentemente se cortan o queman a sí mismas. Muchas, especialmente en sus primeros años, están plagadas de pensamientos suicidas y de repetidos intentos de suicidio.
Sus comportamientos erráticos, usualmente terminan en relaciones inestables con otros. Esto intensifica sus sentimientos de vacío, ira y su desesperación por librarse de la culpa. Un paciente puede tener también períodos temporales sintiéndose suspicaz en relación a otros sin ninguna provocación (paranoia). Otra situación común pueden ser las rabietas y peleas físicas.
El reporte de un centro para TLP, cita a una víctima de este trastorno de la siguiente forma: “Padecer TLP se siente como un infierno eterno. Nada menos. Dolor, ira, confusión, heridas, no saber nunca cómo me voy a sentir de un momento a otro. Hiriente, porque lastimo a aquellos que amo. Sintiéndome incomprendido. Analizando todo. Nada me da placer. En ocasiones, podría estar demasiado feliz y luego ansioso por ello. Luego, me automedico con alcohol. Entonces, me lastimo físicamente. Luego, me siento culpable por eso, avergonzado, queriéndome morir, pero incapaz de matarme a mí mismo porque sentiría demasiada culpa por quienes podría lastimar. Luego, sintiéndome furioso por ello, me corto, e intento hacer que los sentimientos desaparezcan. ¡Estrés!
¿Cómo se trata?
El tratamiento para el Trastorno Límite de la Personalidad puede ser difícil, pero se puede usar medicina para reducir alguno de los síntomas. A veces, una combinación de medicinas resulta útil. La más ampliamente prescrita son los antidepresivos y estabilizadores de humor. Además, los antisicóticos atípicos pueden ayudar a reducir comportamientos impulsivos y temerarios. También se ha notado que luego de diez años de tratamiento, aproximadamente la mitad de los diagnosticados ya no tienen comportamientos de TLP.
La mayoría de aquellos con el trastorno, se vuelven gradualmente más estables en sus emociones, relaciones y trabajos, cuando llegan a la edad comprendida entre los treinta y cuarenta años.
Si tú crees que puedes padecer TLP, busca ayuda médica y emocional. Abstente de autodiagnosticarte y en lugar de ello, busca ayuda de profesionales experimentados en el tratamiento de TLP. Mucha gente también ha encontrado ayuda emocional de un consejero cristiano o de un líder de la iglesia local. Es importante que sepas que Dios te ama y quiere ayudarte. Salmos 91:4 dice: “pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!”
Fuentes: Centro TLP y Web MD
El término “limite” se ha mantenido, aunque se ha reforzado la noción de que se trata de una entidad diagnostica específica, que describe un nivel avanzado de disfunción.
Actualmente, debería considerarse como un patrón de comportamiento y funcionamiento alterado de forma estable y duradera, ubicado en algún punto del continuo donde reside la inestabilidad junto a la búsqueda incesante de aceptación y aprobación, configurándose, de este modo, un único trastorno “limite estructuralmente defectuoso”.
El estado de ánimo y los comportamientos cotidianos diarios del paciente límite reflejan su personalidad básica. A continuación señalaremos algunas de las características clínicas que diferencian los diferentes subtipos del trastorno:
a) El límite desanimado:
Es muy sumiso, no tienen casi nada de iniciativa y siempre están tristes y desesperanzados. Estas personas muchas veces logran establecer vínculos afectivos con una o dos personas y suelen ser muy leales con estas, pareciera ser que son personas muy frágiles y que siempre hacen lo que quieren, pero en realidad siempre siguen las reglas de la sociedad al pie de la letra, son muy educados y respetuosos.
b) El límite impulsivo:
Se parece a los histriónicos en estrategias de seducción e irresponsabilidad. Las similitudes más frecuentes son: hiperactividad, labilidad, animación frenética y una insistente necesidad de contacto social; por esto mismo se crea un miedo a perder atención y esto causa una pérdida del sentido de juicio y surgen comportamientos hipomaníacos.
c) El límite petulante:
Tiene síntomas más intensos y los episodios psicóticos son mucho más frecuentes. son personas inquietas imprevisibles, irritables, desafoamtes quejumbrosas, insatisfechas, pesimistas, resentidas, hoscas y testarudas.
d) El Límite Autodestructivo:
Cabe resaltar que este subtipo muy pocas veces expresa su ira de forma externa, sino que la interiorizan y esto produce no solo alteraciones emocionales como depresión, sino también porque somatizan, pues su enojo se hace cada vez más profundo en su interior. El Límite autodestructivo se automutila no solo físicamente sino emocional- mente también, y casi siempre son los pacientes de este subtipo que tienen más posibilidades de suicidio.
III. ESTILO LIMITE DE LA PERSONALIDAD
La vida para el estilo limite es concebida como una supernova de emociones extremas.
Todas las acciones que llevan a cabo las hacen con una intensidad ferviente. Su incesante búsqueda de nuevas experiencias convierte a estas personas en cazadores de emociones límite, con la finalidad de ocupar el vacío existencial que les ahoga.
Así, de entre las características más distintivas de este estilo de personalidad se puede apuntar las siguientes:
v Necesitan estar vinculados sentimentalmente a alguien de forma intensa.
v Sus relaciones se rigen por la pasión; para ellos nada es superfluo, y siguen la ley del “todo o nada”.
v En el terreno emocional lo entregan todo de forma activa y esperan ser correspondidos del mismo modo.
v Son personas espontáneas a las que no les amedrenta nada; buscadores de riesgo y poseedores de un significado diferente de la diversión, concebida como sin límites.
v Una de sus principales características es su tremenda actividad y creatividad, así como su capacidad de inducción sobre los demás debido a su gran iniciativa.
v Su gran curiosidad les hace poseedores de una inquietud por lo desconocido que les lleva a embarcarse en el conocimiento de nuevas culturas y filosofías de vida.
v Las personas con este estilo de personalidad pueden amar como el que más y odiar como el que más, también. Es por ello que sus relaciones emocionales suelen fluctuar y ser efímeras. Al comienzo de una relación, sea de tipo amorosa, amistosa o familiar, se entregan por completo; sin embargo, a medida que se van avanzando en ésta, las cosas no son lo que pudieran parecer en un principio. El límite va acortando distancias con la otra persona, hasta tal punto que llega a asfixiarla. Pretenden llenar su mundo con el del otro.
IV. SINTOMAS CLINICOS DEL TRASTORNO LIMITE DE LA PERSONALIDAD
A. Aspectos conductuales característicos del TLP:
Ø Niveles elevados de inconsistencia e irregularidad, bastante impredecibles.
Ø Patrones de apariencia cambiante y vacilante.
Ø Niveles de energía inusuales provocados por explosiones inesperadas de impulsividad.
Ø Provocan peleas y conflictos con frecuencia.
Ø Comportamientos recurrentes de automutilación o suicidio.
Ø Conducta paradójica en sus relaciones interpersonales.
Ø Relaciones interpersonales intensas y caóticas.
Ø Excesivamente dependientes de los demás.
Ø Adaptación social a nivel superficial.
Ø Predisposición a dar paseos en solitario para “reflexionar”.
Ø Comportamientos frecuentes dirigidos a protegerse de la separación.
Ø Frecuentes chantajes emocionales y actos de irresponsabilidad.
B. Aspectos cognitivos característicos del TLP:
Ø Pensamientos fluctuantes y actitudes ambivalentes hacia los demás e incluso hacia sí mismo.
Ø Falta de propósitos para estabilizar sus actitudes o emociones.
Ø Incapacidad para mantener estables sus procesos de pensamiento.
Ø Dificultades para aprender de experiencias pasadas.
Ø Carecen de un sentido estable de quiénes son.
Ø Imágenes de uno mismo inestables y extremas.
Ø Sensaciones crónicas de vacío.
Ø Pensamientos anticipatorios de abandono.
Ø Valores, elección de carrera y objetivos a largo plazo inestables.
Ø Temor excesivo a que les desprecien.
Ø Sentimiento aterrador acerca de la soledad, no soportan estar solos.
Ø Pensamientos dicotómicos en sus relaciones interpersonales: o es muy bueno o es muy malo.
Ø Percepción de las personas importantes del entorno que fluctúa con rapidez desde la idealización hasta la devaluación.
Ø Menor capacidad para procesar la información debido a sus problemas para centrar la atención y la pérdida consecuente de datos relevantes.
Ø Locus de control externo, culpando a los demás cuando las cosas van mal.
Ø Frecuentes autorreproches, autocastigos y autocriticas.
Ø Pensamiento rígido, inflexible, impulsivo.
Ø Baja tolerancia a la frustración.
Ø Se aburren fácilmente.
Ø Suelen regresar a etapas anteriores del desarrollo cuando se ven en situaciones estresantes.
C. Aspectos emocionales característicos del TLP:
Ø Pueden experimentar una activación emocional extra elevada, siendo muy sensibles a los estímulos emocionales negativos.
Ø Inestabilidad afectiva debido a una notable reactividad del estado de ánimo.
Ø Emociones contradictorias.
Ø Los estados de ánimo contrarios y su equilibrio emocional se hallan constantemente en un tira y afloja.
Ø Ira intensa, inapropiada y fácilmente desencadenada que implica una pérdida de control emocional, especialmente cuando se sienten frustrados o decepcionados.
Ø Cuando pierden el control muestran agitación y excitación física.
Ø Su estado de ánimo no concuerda con la realidad.
Ø Sentimientos de vacío o aburrimiento.
Ø Intenso sentimiento de vergüenza, odio e ira dirigida a sí mismos.
Ø Tendencia a inhibir respuestas emocionales negativas, especialmente las asociadas con dolor y pérdidas, incluyendo tristeza, culpabilidad, vergüenza, ansiedad o pánico.
D. Aspectos fisiológicos y médicos del TLP:
Ø Discapacidades físicas por autolesiones e intentos de suicidio fallidos.
Ø Inestabilidad en los patrones de vigilia – sueño.
Ø Reacciones fisiológicas reactivas al estado de ánimo.
Ø Problemas psicosomáticos en situaciones de estrés.
Ø A veces historia de trastornos neurológicos.
E. Posible impacto sobre el entorno:
Ø Conflictos frecuentes de pareja.
Ø Problemas en la escuela o en el trabajo por sus crisis emocionales.
Ø Frecuentes pérdidas de trabajo, abandonos de los estudios, rupturas matrimoniales.
Ø Internamiento por sus automutilaciones o intentos de suicidio.
Ø Relaciones interpersonales agitadas.
F. Visión y estrategias interpersonales de los sujetos con un TLP:
Y Visión de uno mismo
Ø Inestable, desvalido, dependiente, vacío.
Ø La autoestima depende de la emoción que sientan.
Y Visión de los demás
Ø Fuertes, protectores, sospechosos (o todo lo contrario).
Ø Crueles, perseguidores (o todo lo contrario).
Y Estrategia principal
Ø Adopta el papel opuesto, manipula, discute, se autolesiona.
Ø Ataques de ira, se mueve a impulsos.
V. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS:
Los pacientes límites manifiestan una variedad inusualmente amplia de síntomas clínicos. No obstante, ciertos elementos se mantienen y son comunes para la mayoría, son los que comentaremos enseguida, dividiéndolas en tres categorías, las cuales son:
5.1. Ansiedad por separación:
Las personalidades límites son excesivamente dependientes, necesitan que los demás les proporcionen mucha seguridad, protección, y aliento para poder mantener su equilibrio y a la vez son muy vulnerables a la separación de estas fuentes externas de apoyo, ya que presentan una autoestima baja, no utilizan sus propios recursos para obtener refuerzos positivos y además carecen de las estrategias necesarias para vivir con independencia y autodeterminación; en consecuencia, están proclives a la ansiedad por separación y sujetas a los sentimientos de un abandono inevitable.
5.2. Conflictos cognitivos y sentimientos de culpa:
La vida de estos pacientes es difícil debido a su ansiedad por separación, también tienen conflictos con sus necesidades de independencia, al experimentar una ira extensa hacia aquellas de los que dependen debido a su poder para forzarles a la aprobación, sin embargo para estar a salvo de esta ira y resentimiento, los individuos limites vuelven estos sentimientos hacia sí mismos y empiezan a sentirse culpables cuando se comportan de esta forma autoafirmativa.
5.3. Inestabilidad afectiva y comportamental:
La característica más llamativa de los pacientes limites la constituyen la intensidad de sus estados de ánimo y la frecuencia con las que cambian sus comportamientos, aunque suelen presentar periodos en los que pierden el control o en los que experimentan un episodio psicótico, sin embargo con más frecuencia estos pacientes están presentando un estado de ánimo dominante, normalmente con un tono depresivo que en ocasiones se ve interrumpido por breves episodios de agitación ansiosa, actividad eufórica y hostilidad.
6.1. Separación o Perdida Parental
Entre un 37% y un 64% de los pacientes limite informan haber vivido importantes separaciones o pérdidas en la infancia, lo cual, además de ser un aspecto común entre los sujetos con un TLP, parece también ser útil como factor discriminativo con los pacientes psicóticos, con los que presentan trastornos afectivos o con el resto de los trastornos de la personalidad.
6.2. Implicación Parental Alterada
Los pacientes con un TLP normalmente perciben la relación con sus madres como altamente conflictiva, distante o sin ningún compromiso o entrega afectiva. Sin embargo, la ausencia del padre o su falta de implicación en un aspecto incluso más decisivo que los problemas que pueda tener el niño con su madre. Por otro lado, el hecho de no mantener relaciones adecuadas con ninguno de los padres, es un factor más específico y patogénico para el trastorno que tener enfrentamientos con uno solo.
6.3. Abusos en la Infancia
Tanto el abuso físico como el sexual en la infancia son relativamente comunes en pacientes diagnosticados con el TLP.
6.4. Historia Familiar de Trastornos Psiquiátricos
Se ha señalado que los padres comparten muchos de sus rasgos problemáticos con los hijos, especialmente la impulsividad y la inestabilidad afectiva. Así, es más probable que los padres que están deprimidos, que abusan de drogas o que padecen también trastornos impulsivos de la personalidad traumaticen y/o descuiden a sus hijos.
6.5. Aspectos Temperamentales
El TLP estaría asociado con un temperamento caracterizado por un alto grado de neuroticismo (sufrimiento o inquietud emocional) y un bajo nivel de conformidad o armonía (fuerte individualidad).
6.6. Disfunciones Neurofisiologicas y/o Bioquimicas
Algunos autores propusieron que determinados sujetos con un TLP estaban respondiendo a un tipo de disfunción orgánica. Los datos arrojaron cifras de que un 14% de los pacientes límite había sufrido traumatismo craneal, encefalitis o epilepsia, y que el 26% presentaba el trastorno por déficit de atención y/o dificultad en el aprendizaje. Además, los resultados bioquímicos parecen estar de acuerdo en que los sujetos con un TLP manifiestan una actividad serotoninérgica disminuida; por tanto, dicho déficit sería responsable, en parte, de los problemas de impulsividad en estos pacientes.
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