'Lo único permanente es que vivimos en un mundo de cambios'
futuro, no el mundo de nuestros padres ni el nuestro. En
este mundo actual lo determinante para triunfar será el
carácter, no exactamente el conocimiento, como
muchos pudiéramos creer.
de los fracasos un desafío y no una tragedia...,
eso será lo que buscarán los seleccionadores de personal.
la autoridad de los padres.
Con presencia de autoridad los niños y jóvenes a su vez
actuarán con autoridad para resolver sus problemas;
actuarán por determinaciones.
carácter y actuarán por impulsos con los consecuentes
problemas de adaptación.
autoridad. El límite de autoridad lo pone la siguiente regla: 'La
autoridad no debe humillar'. Básicamente lo que es el niño o el
joven hoy será el adulto del mañana. De vez en cuando hay que
mirar al hijo como un adulto potencial.
prepararlos para sufrir. No podemos estarle evitando todo el
tiempo todo posible sufrimiento ¿si no cuándo aprenderá?
los problemas en el trato de sus congéneres.
No debemos resolverles todos los problemas,
hay que ayudarlos a que poco a poco los resuelvan
ellos mismos.
¿Alguien imagina a un campeón de atletismo que
no sufra para lograr sus marcas?
Eso se aplica a todo tipo de campeón y a
todo tipo de actividad.
que ellos sufran para no sufrir nosotros, pero les
hacemos un daño con miras al futuro.
Hay que enseñarles a hacer ESFUERZOS SUPLEMENTARIOS.
Que sepan que siempre se puede un poquito más.
muchas semillas y abonar mucha tierra.
Es muy importante enseñarles a carecer, es decir a 'sentir
la falta de' y arreglárselas por sí mismos.
de 'marca'. Si no aprendes a carecer no aprendes a
arreglártelas. Aunque tengamos para darles el 100%,
los chicos deben saber el valor de las cosas. Si no lo hacen
de chicos les será muy difícil de adultos y allí sí que
van a sufrir y nosotros también con ellos.
menos de lo que necesitan! ¡No hay otra manera! Si no
¿cómo sienten la falta de? Así aprenden a apreciar lo que tienen.
Aprenden a no ser gratos. Aprenden a gozar de la vida porque
muchas veces se goza en las cosas sencillas.
Aprenden a no ser quejosos.
el intento) es la mesa del hogar, la comida. ¿Qué debemos darles
de comer? ¡Lo que nosotros decidamos que es bueno para ellos!
Es no sólo por su bien estomacal, sino que es una excelente forma
de que aprendan a carecer, que no sean ingratos, que no sean
quejosos. 'Mami... no me gustan las lentejas'. Si quieren hacerles
un bien para la vida, denles las lentejas.
Habrá berrinches, no se exalten (autoridad no es gritar), que no
coma si no quiere, pero cuando le vuelva el hambre: ¡SORPRESA! ...
¡Las lentejas del refrigerador calentadas!
podrá adaptar. La comida es una buena escuela del carecer,
pues así no serán quisquillosos en sus relaciones sociales, en
el trabajo y en el mundo real.
es un equipo de trabajo con pocas tareas: tender la cama,
limpiar los cuartos, lavar los
platos, pintar la casa, etc. Hay que educarlos para que realicen
labores de hogar, aunque lo hagan mal al principio. Si no hacen
este tipo de servicios luego tendrán problemas. Las escuelas más
importantes de liderazgo del mundo enseñan a los jóvenes a carecer,
para que sepan y entiendan el mundo y lo puedan liderar.
algo menos de lo que creen que necesitan. Así aprenden a
administrar el dinero. Claro que se deben aceptar excepciones,
pero conversadas serenamente.
sobreprotegidos. Que se superen a sí mismos. Que tomen
los problemas como desafíos para mejorar.
Recuerden que nadie alcanza altura con un solo vuelo.
sean buenos de corazón.
Importante también es estar convencidos de que triunfador no
equivale a tener 'dinero o propiedades'
hacen, con su vida. Solamente así podrán hacer
felices a otros.
educados en el servicio y plenos de amor e ilusiones serán
hijos triunfadores.
que transformen nuestro país, en uno donde reine la libertad,
la abundancia, la justicia y sobre todo la felicidad.
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