Los fármacos de quimioterapia pueden administrarse de diferentes maneras.
Durante este proceso de prueba, los científicos y médicos determinan cómo se absorben los fármacos de quimioterapia específicos en el cuerpo y cómo estos actúan. A veces, los jugos gástricos pueden destruir diferentes químicos, lo que hace que sea imposible administrar algunos medicamentos en forma de comprimido. Se ha determinado que otras sustancias son más eficaces contra el cáncer si se administran por vía intravenosa (a través de una aguja insertada en una vena). Algunos medicamentos pueden administrarse con una inyección intramuscular y otros pueden ser absorbidos cuando se administran directamente en la vejiga o la cavidad abdominal.
- Los medicamentos de quimioterapia oral que se tragan están recubiertos por una capa protectora que se rompe con los jugos digestivos en el estómago.Los ácidos gástricos disuelven la capa protectora y liberan el medicamento, que luego es absorbido por las paredes del estómago.
- Algunos medicamentos de terapia pueden estar envueltos en diferentes capas protectoras que se liberan en momentos diferentes en el sistema, lo que hace que la liberación del medicamento se demore en el tiempo, por lo que se denominan de liberación prolongada. Este método hace posible que los períodos de tiempo entre dosis sean más largos.
- Los medicamentos de quimioterapia sublinguales son absorbidos debajo de la lengua y por eso se denominan sublinguales. Estos medicamentos se colocan debajo de la lengua, donde se disuelven y se absorben rápidamente por la circulación del cuerpo. Ésta es una forma rápida de introducir un medicamento en el organismo. Los medicamentos contra las náuseas (antieméticos) son particularmente eficaces cuando se administran de esta manera, dado que no se perderán si el paciente vomita.
- ¿Por qué no todos los medicamentos pueden ser orales? Algunos medicamentos no se pueden administrar oralmente debido a que los ácidos gástricos los destruyen. Hay medicamentos que no pueden ser absorbidos por el organismo del paciente a través de las paredes del estómago o el intestino. Si el fármaco no puede absorberse, éste pasa directamente a las heces o la orina y es ineficaz. Otros medicamentos pueden ser demasiado fuertes y podrían dañar las paredes del estómago.
- Algunos fármacos de quimioterapia pueden administrarse por múltiples métodos, como por ejemplo en forma oral o intravenosa, dependiendo de su fuerza, conveniencia y el régimen recetado.
- Las inyecciones subcutáneas implican la utilización de una aguja corta como las que usan los diabéticos para inyectarse insulina.
- En el tratamiento de quimioterapia con inyección subcutánea, la aguja se inserta en el espacio entre la piel y el músculo pero no tanto como para penetrar el tejido muscular.
- Las inyecciones subcutáneas de quimioterapia se utilizan comúnmente para algunos tipos de modificadores de la respuesta biológica y fármacos de apoyo de la quimioterapia.
- Si el recuento de plaquetas del paciente es bajo, es menos probable que se provoque una hemorragia con inyecciones subcutáneas que con inyecciones intramusculares.
- Las inyecciones intramusculares se introducen en el tejido muscular a través de la piel. Esto implica la utilización de una aguja más larga con mayor penetración que la inyección subcutánea. El medicamento se deposita en el tejido muscular.
- La absorción del medicamento es más rápida que cuando se toma de forma oral, pero más lenta que cuando se administra por vía sublingual o intravenosa o mediante inyección subcutánea.
- La inyección intramuscular es un método popular para los medicamentos antieméticos debido a que de esta manera el medicamento no pasa por el estómago ya irritado.
- La mayoría de los fármacos de quimioterapia no se pueden administrar de forma intramuscular, ya que son químicos muy fuertes.
- Cuando es posible, se evita administrar inyecciones intramusculares a pacientes con plaquetas bajas, ya que una hemorragia en el músculo puede constituir una complicación.
La administración intravenosa de medicamentos de quimioterapia permite su rápido ingreso en la circulación, donde el torrente sanguíneo se encarga de transportarla por todo el cuerpo. Éste es el método más común de administración de quimioterapia, dado que la mayoría de los fármacos de quimioterapia son fácilmente absorbidos a través del torrente sanguíneo. De todos los métodos actualmente disponibles, la administración intravenosa ofrece el menor tiempo de absorción y es el más versátil. Los métodos intravenosos también ofrecen una mayor flexibilidad en la dosificación del fármaco. Las dosis se pueden administrar en forma de bolo intravenoso, que puede durar desde unos pocos minutos hasta unas horas. Se pueden administrar infusiones continuas durante unos pocos días o hasta semanas por vez. Las bombas portátiles permiten administrar el medicamento a una velocidad lenta continua para que sea absorbido de forma intravenosa sin interrupciones. Los medicamentos intravenosos se introducen directamente en el torrente sanguíneo por medio de diversos métodos.
- Se puede colocar un angiocatéter en una vena del brazo o de la mano y luego quitarlo una vez administrado el medicamento de quimioterapia. Éste es un dispositivo temporal de acceso venoso que inserta la enfermera antes del tratamiento y que luego retira una vez que éste ha finalizado. El tiempo de uso de los angiocatéteres generalmente varía de unos minutos a unos pocos días.
- Vía PICC. A pesar de que también se considera temporal, se puede insertar y utilizar una vía PICC por un período que va desde seis semanas hasta unos pocos meses antes de descontinuar su uso. La inserción de una vía PICC implica la colocación de un catéter plástico largo en una de las venas más grandes del brazo. Este procedimiento es ambulatorio y no quirúrgico. Una placa especial de rayos X, llamada fluoroscopia, confirmará que el catéter PICC se encuentra en el lugar adecuado. Esta opción es ideal para múltiples infusiones cortas o para infusiones continuas en un hospital o en el domicilio utilizando una bomba portátil.
- Catéteres no tunelizados. Los catéteres no tunelizados se insertan directamente a través de la piel en la vena yugular o subclavia y se dirigen por el vaso a la vena cava superior hasta el atrio derecho del corazón. Se pueden insertar en un ámbito no quirúrgico, al lado de la cama. Se debe realizar una placa especial de rayos X, llamada fluoroscopia, para asegurarse de que el catéter se encuentra en el lugar adecuado. Este tipo de catéteres se usan comúnmente a corto plazo o en situaciones de emergencia, ya que su uso a largo plazo está asociada a la posibilidad de contraer una infección por donde pasa el catéter. La mayoría hace referencia a este tipo de catéteres como "yugulares" o "subclavios" debido a la vena en la que se insertan. Estos catéteres requieren cambios de los vendajes y un cuidadoso mantenimiento.
- Catéteres tunelizados. Los catéteres tunelizados se colocan a través de la piel en medio del pecho. Se tunelizan a través del tejido subcutáneo (la capa de tejido entre la piel y el músculo) y se insertan en la vena cava superior en el atrio derecho del corazón. Hay un manguito de dacrón a aproximadamente dos pulgadas del punto de salida del catéter en la piel del pecho. Se forma tejido cicatricial alrededor del manguito para mantener el catéter en su lugar. Estos catéteres se insertan como parte de un procedimiento quirúrgico ambulatorio y se debe realizar una placa especial de rayos X, llamada fluoroscopia, para asegurarse de que el catéter se encuentra en el lugar adecuado. Se pueden dejar en el lugar durante meses o años con una baja incidencia de infección. Se requiere cambio del vendaje y mantenimiento. Estos catéteres pueden tener múltiples lúmenes (entradas) para infundir medicamentos o extraer sangre. Un lumen sencillo tiene una sola entrada para medicamentos, un lumen doble tiene dos entradas y un lumen triple (el más disponible) tiene tres entradas. Los catéteres tunelizados se utilizan con mayor frecuencia para los regímenes de quimioterapia múltiples, tales como los procedimientos de transplante de médula ósea. Los catéteres tunelizados generalmente son llamados por sus nombres comerciales: Broviac, Groshong y Hickman. El catéter Hickman, al igual que el Broviac, tiene una vía abierta a ambos lados dentro de la vena. En cambio, el catéter Groshong posee aberturas pequeñas, similares a las de una válvula, en el extremo de la vía.
- Port-a-Cath. Una opción más permanente implica la colocación de un Port-a-Cath. El Port-a-Cath se coloca debajo de la piel del pecho. Luego, el catéter se inserta en la vena cava superior en el atrio derecho del corazón. Este catéter se puede implantar en radiología con la intervención de un radiólogo especializado o en una sala de operaciones con la intervención de un cirujano. Es un procedimiento de aproximadamente una hora. El tiempo de vida útil de un Port-a-Cath puede ser hasta de tres a cinco años. El Port-a-Cath puede sentirse debajo de la piel y la enfermera puede encontrar la entrada localizando los extremos del Port-a-Cath e insertando (canulando) una aguja especial (denominada aguja Huber) en la sección blanda en el medio. A través del Port-a-Cath pueden administrarse medicamentos y hacerse extracciones de sangre, lo que elimina la necesidad de realizar las extracciones de sangre en el brazo. La utilización de una bomba portátil y un Port-a-Cath permite administrar la medicación durante varios días en el domicilio del paciente, en lugar de tener que hospitalizarlo. No hace falta hacer cambios de vendajes, aunque sí requiere cierto mantenimiento.
La quimioterapia intratecal o intraventricular se emplea cuando es necesario que los fármacos lleguen al líquido cefalorraquídeo (LCR), el fluido que se encuentra en el cerebro y la médula espinal. La barrera hematoencefálica (sangre-cerebro) del cuerpo impide que los fármacos de quimioterapia de administración sistémica (a través de todo el cuerpo) lleguen al LCR. Existen dos maneras de administrar la quimioterapia al LCR:
- Punción lumbar (intratecal). La quimioterapia se puede administrar por medio de una punción lumbar. En este caso, se inyecta una pequeña cantidad de quimioterapia durante la punción lumbar, directamente al LCR. Después de administrar el fármaco, se quita el catéter.
- Reservorio Ommaya (intraventricular). El reservorio Ommaya es un pequeño dispositivo con forma de domo provisto con un catéter. Se coloca en el tejido subcutáneo (la capa de tejido entre la piel y el músculo) del cuero cabelludo. El catéter se inserta en el ventrículo lateral (externo) del cerebro. Una enfermera o enfermero, o un médico, con capacitación específica en este método de administración de quimioterapia, insertará una pequeña aguja a través de la piel del cuero cabelludo en el reservorio Ommaya para inyectar la quimioterapia.
- Este procedimiento se utiliza con mayor frecuencia en casos de leucemias agudas pero también puede utilizarse en otras situaciones.
- Los catéteres temporales de un solo uso se insertan a través de la pared abdominal y se retiran después del tratamiento de quimioterapia.
- Los catéteres de Tenckhoff son tubos de silicona suaves y flexibles con uno o dos manguitos de dacrón. Este catéter se coloca en un procedimiento quirúrgico en el que la punta del catéter se coloca cerca del tumor, los manguitos de dacrón se tunelizan y se colocan en el tejido subcutáneo (la capa de tejido entre la piel y el músculo). A continuación, se saca el extremo del catéter del abdomen por medio de una punción. El catéter de Tenckhoff puede seleccionarse para una quimioterapia cíclica. Hay algunas complicaciones asociadas a los catéteres de Tenckhoff, particularmente la peritonitis microbiana (infección del peritoneo) y la oclusión (bloqueo) del catéter de manera que no se puede infundir la quimioterapia.
- Port-a-Cath. Una opción más permanente implica la colocación de un Port-a-Cath. El Port-a-Cath se coloca debajo de la piel en la pared abdominal. El catéter con múltiples agujeros en el extremo insertado es a continuación tunelizado a través del tejido subcutáneo (la capa de tejido entre la piel y el músculo). Este catéter se puede implantar en radiología con la intervención de un radiólogo especializado o en un quirófano con la intervención de un cirujano. Es un procedimiento de aproximadamente una hora. El tiempo de vida útil de un Port-a-Cath puede ser hasta de tres a cinco años. El Port-a-Cath puede sentirse debajo de la piel y la enfermera puede encontrar la entrada localizando los extremos del Port-a-Cath e insertando (canulando) una aguja especial (denominada aguja Huber) en la sección blanda en el medio. A través del Port-a-Cath pueden administrarse medicamentos y, aunque puede ser difícil, se pueden extraer muestras de líquido peritoneal o drenar líquido peritoneal.
Los fármacos intraarteriales se administran en la arteria que suministra sangre al tumor. Para ubicar las arterias que suministran sangre al tumor se utiliza una angiografía, un sistema especial de rayos X que utiliza líquido de contraste para poder ver los vasos sanguíneos. Hay dos formas de administrar medicamentos de manera intraarterial:
- Catéter externo temporal. Un radiólogo puede insertar un catéter temporal en la arteria. Se retira el catéter una vez administrado el medicamento. Se debe vigilar de cerca el punto de inserción para evitar hemorragias.
- Bomba implantada. Se puede implantar quirúrgicamente una bomba en el tejido subcutáneo (la capa entre la piel y el músculo) con el catéter insertado en la arteria. La bomba se puede retirar cuando finalice la terapia.
- Este tipo de terapia se ha utilizado con más frecuencia en casos de cáncer de colon diseminado al hígado. Sin embargo, también se ha utilizado en cánceres en la cabeza y cuello, sarcoma en las extremidades, melanoma en las extremidades, cáncer gástrico, cáncer pancreático y otros.
- Este tipo de tratamiento se basa en que el tumor tendrá una alta exposición al fármaco sin la toxicidad asociada a estas dosis administradas sistémicamente (a través de todo el cuerpo). A pesar de que las respuestas locales del tumor han sido mejores con esta terapia, hasta la fecha no se han registrado beneficios en términos de supervivencia.
- Se coloca un catéter urinario. La medicación se inyecta en el catéter, que luego se bloquea. De esta forma se permite que el medicamento permanezca en la vejiga.
- Se recomienda al paciente rodar sobre sus costados y permanecer recostado sobre la espalda para ayudar a que el medicamento llegue a todas las áreas de la vejiga.
- Después de un tiempo predeterminado, se desbloquea el catéter y se drena el líquido. A continuación, se extrae el catéter.
- Este método se emplea con frecuencia en personas con cáncer de vejiga superficialmente invasivo (cáncer en la superficie de la vejiga que no se puede extirpar).
- Se inserta una sonda pleural o torácica en la cavidad pleural. Se drena el líquido (esto puede llevar varios días). Se introduce la quimioterapia en la sonda pleural o torácica.
- La quimioterapia hace que el pulmón se adhiera a la pared pleural, lo que permite que éste se vuelva a distender y se mantenga expandido.
- La quimioterapia intrapleural se utiliza principalmente para aliviar síntomas.
La lámina Gliadel® es una forma del medicamento de quimioterapia carmustina que se puede colocar y dejar en la cavidad después de la extirpación quirúrgica de un tumor cerebral, específicamente un glioblastoma multiforme. Esta formulación de la lámina de carmustina permite administrar el fármaco directamente en el lugar del tumor cerebral. Después de que un cirujano extirpa el tejido canceroso del cerebro, implanta hasta ocho láminas del tamaño de una moneda de diez centavos en el espacio que ocupaba el tumor. Durante las siguientes 2 ó 3 semanas, las láminas se disuelven lentamente, impregnando las células circundantes con el medicamento de quimioterapia. El objetivo de este método de tratamiento es destruir las células tumorales que quedan después de una cirugía.
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