Aunque generalmente se concibe el insomnio únicamente como la dificultad para iniciar el sueño, lo cierto es que la dificultad para dormir puede tomar varias formas:
* Dificultad para conciliar el sueño al acostarse (insomnio inicial, el más común de los tres).
* Despertarse frecuentemente durante la noche (insomnio intermedio).
* Despertarse muy temprano por la mañana, antes de lo planeado (insomnio terminal).
Esto impide la recuperación que el cuerpo necesita durante el descanso nocturno, pudiendo ocasionar somnolencia diurna, baja concentración e incapacidad para sentirse activo durante el día.
Varios son los determinantes de este trastorno de sueño. Factores como el estrés, la elevada activación del organismo o la depresión son relevantes. En la actualidad, es frecuente la prescripción de fármacos para el tratamiento a corto plazo del insomnio. Sin embargo, no constituye una solución adecuada a mediano y largo plazo, prefiriéndose evaluar en estos casos otras técnicas, como la terapia conductual o cognitiva. Un asunto de primer orden en el abordaje de este trastorno (el insomnio es en realidad un síntoma, y no una enfermedad) consiste en instruir al paciente acerca de los principios de la llamada profilaxis o higiene del sueño.
Existen diversas clasificaciones dentro del insomnio, según la duración del trastorno, por la severidad con la que se presente, o su forma de presentarse:
- 1. Por duración se puede distinguir entre el insomnio transitorio o agudo (dura menos de 4 semanas), el insomnio a corto plazo o subagudo (más de 4 semanas, pero menos de 3-6 meses)y el insomnio a largo plazo o crónico (más de 3-6 meses)
- 2. Por su severidad se distingue entre el insomnio leve o ligero, con el que existe un mínimo deterioro de la calidad de vida, el moderado, que se da cada noche y en el que empiezan a surgir ciertos signos del deterioro de la calidad de vida con síntomas como irritabilidad, ansiedad, fatiga…, y el severo, en el que los síntomas se sufren con mayor intensidad y por tanto la calidad de vida se ve algo más afectada.
- 3. Por su forma de presentarse diferenciamos entre el insomnio inicial o de conciliación (al conciliar el sueño), el medio o de mantenimiento del sueño (cuando no se puede dormir toda la noche seguida) y el terminal o de final de sueño o de despertar precoz, conocido por los expertos como insomnio matinal(despertar antes de que acabe la noche).
El insomnio puede venir provocado por muchas causas diferentes:
- 1. Situaciones de estrés temporal, debido a problemas o preocupaciones laborales, familiares, económicas, etc.
- 2. Las condiciones del hábitat en el que se descansa.
- 3. Hábitos irregulares del sueño, así como cambios frecuentes de horarios a la hora de irse a dormir o de levantarse.
- 4. Malos hábitos alimenticios: cenas copiosas, hambre...
- 5. Consumo de sustancias como té, café, alcohol, bebidas con cola, tabaco y otras drogas.
- 6. Tras intervenciones quirúrgicas, y las patologías orgánicas que vienen acompañadas de dolor pueden ser causantes de muchos insomnios.
- 7. Deprivación alcohólica o a otras sustancias depresoras.
- 8. Efecto secundario de medicamentos.
- 9. Estrés post-traumático: después de algún accidente, golpe, o trauma puede aparecer un estrés durante el sueño que provoca que el individuo despierte en la noche y no pueda volver a descansar apropiadamente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario