Una boca seca es el cielo para las bacterias que causan el mal aliento, así que busque un grifo y enjuáguese la boca con agua. El agua desplazará temporalmente la bacteria y hará que su aliento sea un poco más apetitoso.
Cuando termine su almuerzo o su cena romántica, mastique las ramitas de perejil que quedaron en su plato. El perejil es rico en clorofila, un conocido desodorizante bucal con cualidades para combatir los gérmenes.
Si puede conseguir una naranja, pélela y cómasela. El ácido cítrico que contiene le estimulará las glándulas salivales y estimulará el flujo de saliva refrescante del aliento.
Si no hay naranjas a la vista, como lo que haya a la mano, excepto elementos que incrementan el aliento como ajo, cebolla o un queso oloroso. El comer estimula el flujo de saliva, que ayuda a eliminar el desagradable material oloroso en la parte posterior de su lengua.
Raspe vigorosamente su lengua sobre los dientes, pues puede ser que esté cubierta de bacterias que fermentan proteínas, que a su vez producen gases que huelen mal. Raspar su lengua puede desplazarlas para que entonces las enjuague y elimine.
Si tiene una cuchara de metal o de plástico, úsela como raspador de lengua. Para hacerlo con seguridad, coloque la cuchara en la parte posterior de su lengua y arrástrela hacia adelante. Repítalo cuatro o cinco veces. También raspe a los lados de la lengua con el mismo movimiento de atrás hacia adelante.
Ataque el especiero
Los clavos son ricos en eugenol, un potente antibacterial. Sencillamente ponga uno en su boca y mordisquee suave con sus dientes. Es posible que el pungente aceito aromático le queme ligeramente, así que manténgalo en movimiento. Continúe mordiéndolo hasta que la esencia permee su boca, luego escúpalo. No use aceite de clavo ni clavos en polvo; son demasiado Fuertes y pueden provocar quemaduras.
Mastique hinojo, eneldo, cardamomo o semillas de anís. El anís, que sabe a regaliz negro, puede matar las bacterias que crecen en la lengua. Los otros pueden ayudar a enmascarar el olor de la halitosis.
Lama una ramita de canela. Igual que los clavos, la canela es efectiva como antiséptico.
Elija su enjuague refrescante
Los productos con los nombres más obvios publicitados como refrescantes del aliento son raros, si es que alguna vez efectivos a largo plazo. Pero con el enjuague oral terapéutico, usted puede deshacerse de los componentes responsables del mal olor.
Use una pasta dental que contenga aceite de árbol de té, un desinfectante natural. Si no lo encuentra en la farmacia, búsquelo en tiendas de alimentos de salud.
Tomado de: 1,801 Remedios caseros, Reader's Digest Canadá
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