Un vértigo emocional que pasa por estados anímicos totalmente inestables y la percepción intensa de sentimientos de dolor, son algunos de los síntomas que se presentan en quienes padecen el trastorno de personalidad "borderline", o personas que viven al límite de sus emociones.
Los afectados deben recibir ayuda psiquiátrica y la comprensión de sus familias, pues son víctimas de momentos desesperados en que la angustia y la sensación de irrealidad los desborda.
El riesgo se da cuando, buscando desesperadamente un alivio, realizan conductas autodestructivas tales como comer y gastar sin control, experimentar sexualmente, abusar de drogas y manejar impulsivamente. Incluso pueden llegar a intentos de suicidio.
Síntomas:
Muchos padres de adolescentes pueden experimentar el descontrol de un hijo a través de otros desórdenes como bulimia, depresión y fracaso escolar; ya que éste es un trastorno complejo de diagnosticar y tratar.
Algunos de sus síntomas son:
Cambios de carácter: Son un síntoma fundamental y se pueden producir de forma inapropiada de hora a hora, incluso en cuestión de minutos y sin una necesaria justificación.
Disforia: Es una combinación de depresión, cólera, ansiedad y desesperación, a menudo complicada por la vergüenza, humillación, sentimiento de embarazo emocional, excitación, terror, celos y odio sobre sí mismo. Esta puede ser desatada por los cambios de carácter, estrés y el sufrimiento emocional. Una vez que comienza la disforia, esta tiende a intensificarse de forma estable y los borderline buscarán una salida desesperada.
Psicosis: El pensamiento sicótico a menudo se desarrolla cuando la disforia se acentúa, y los hace vivir al límite de la realidad. Los principales síntomas psicóticos son las distorsiones perceptivas, cambios de ánimo y sensaciones físicas.
Sensaciones físicas en relación a la enfermedad: A los sentimientos de autodestrucción se suman sensaciones físicas similares e incluyen una visión por la que cosas cotidianas se convierte en irreales. La sensación de haber vivido la misma situación, las experiencias extra corporales, la despersonalización, discursos sinsentido y la sensación de que ciertas partes del cuerpo están entumecidas y no forman parte de su cuerpo son parte del desorden.
Psicosis y alteración de la percepción de los demás: Las distorsiones en la percepción psicótica incluyen la transferencia, por la cual perciben incorrectamente a una persona de su vida actual como alguien que les hizo daño en el pasado, una interpretación errónea de los motivos de ciertos comportamientos y alucinaciones.
Personalidad dividida: Los niños pequeños perciben todo en esta vida como si todo fuera bueno o todo fuera malo. Esta defensa psicológica inmadura persiste en los borderline. Cuando los acontecimientos de la vida diaria se perciben como malos la disforia aflora. Cuando las cosas se ven como buenas, se siente vulnerable y se aterroriza por la vuelta del pensamiento negativo.
Cambiantes: La vida de un borderline se define por la inconsistencia de carácter, identidad, confianza, conducta, actitudes, valores y pensamientos. Experimentan cólera crónica, miedo a ser abandonados (a menudo provocando un comportamiento manipulador), falta de confianza, la impulsividad, sentimientos de vacío y aburrimiento.
Otras enfermedades: Los borderline sufren en general otras enfermedades psiquiàtricas. Entre las más comunes se incluyen depresión, ansiedad, abusos de substancias estupefacientes y alcohol y desórdenes alimenticios.
Terra Chile
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