La conducta agresiva se caracteriza por:
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Gritos.
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Molestar a otros integrantes de la familia.
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Mostrarse iracundo o resentido.
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Pleitos.
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Accesos de cólera.
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Dejar de hablarle al otro o los otros.
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Actos de desobediencia ante la autoridad y las normas sociales.
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Amenazas verbales y físicas.
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Daños a cosas materiales.
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Deterioros en la actividad social y académica por episodios de rabias.
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Discusiones con las personas cercanas o de la familia.
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Forzar situaciones económicas.
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Relaciones sexuales forzadas.
Estas características se presentan frecuentemente, tienen una intensidad cada vez mayor y la duración del malestar va también en crecimiento, es por esto que en muchas ocasiones, nuestra pareja o amigos nos empiezan a parecer personas desconocidas, ya que al principio eran muy diferentes y al paso del tiempo se van agudizando los síntomas de la violencia.
La personalidad de una persona agresiva siempre presenta los siguientes síntomas o características.
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Altamente impulsivos.
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No consideran sus experiencias para modificar su conducta problema.
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No logran la satisfacción.
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Baja tolerancia a las frustraciones.
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Tienen conductas de agresión sin motivos
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Tienden a aislarse o a refugiarse en conductas nocivas como el alcoholismo, la droga, el tabaquismo, etc.
- Conductas de origen biológico. Se apoyan en:
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Una disfunción de los mecanismos inhibitorios del sistema nervioso central
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El surgimiento de una emocionalidad diferente y
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Efectos de los andrógenos sobre la conducta de los humanos.
- Las teorías psicológicas que consideran la existencia de factores innatos en el individuo que lo llevan a presentar una conducta agresiva. Es una búsqueda de placer, es un instinto primario (destrucción o muerte).
- Las teorías del aprendizaje,
que son en las que se desarrolla el concepto de la familia, el origen y
desarrollo de la personalidad.
Numerosas teorías psicológicas plantean que la agresión, es un patrón de respuestas adquiridas en función de determinados estímulos ambientales (familiares) según una variedad de procedimientos; algunos de ellos son:
- La agresión adquirida por condicionamiento clásico por el uso de los premios y castigos para moldear la conducta. Ellis (1986).
- La agresión aprendida socialmente a través de la observación. Bandura (1986)
- La teoría de Aprendizaje de Skiner (1952), que evidencia que la agresión es adquirida por condicionamiento operante.
- Maslow (1964) da a la agresión un origen cultural “es una reacción ante la frustración de las necesidades biológicas o ante la incapacidad de satisfacerlas”.
- Mussen y otros (1990), nos dicen que la agresión es resultado de las prácticas sociales de la familia y que los niños que emiten conductas agresivas, provienen de hogares donde la agresión es exhibida libremente, existe una disciplina inconsistente o un uso errático del castigo.
Esto se llega a convertir en el comportamiento natural, ya que, al relacionarse posteriormente con otras personas, las conductas van a darle una utilidad y si además son alentadas como mencionamos anteriormente, mas naturales le parecerán. Adicionalmente, sobre todo en las épocas de escuela, la convivencias en muchas ocasiones se torna cruel entre los niños y la violencia en muchos casos es usada como un escudo de protección que se usa para la convivencia con los iguales, sin profundizar en el tema, podemos decir que estos son parte de los componentes del sistema que se basa en el machismo, autoritarismo y sexismo predominante del varón sobre la mujer.
Es por esto que la unión de la pareja en muchas ocasiones se convierte en el lugar propicio para la violencia, ya que en el proceso de crecimiento y socialización, los padres ejercen una influencia directa sobre sus hijos a través de su ejemplo, lo cual según el aprendizaje social nos dice que los niños aprenden formas de comportarse en base al comportamiento de sus padres y repitiendo las conductas hasta convertirlas en las conductas naturales para la persona.
Entonces, si la violencia se trae desde la infancia que se debe hacer en el caso de convivir con una persona violenta.
- Lo primero es no enfrentar, ya que eso agudiza los conflictos
- No permitir el abuso, ya que eso va a generar la costumbre
- Si es grave, denunciar
- Si es factible apoyar en la terapia para el violento
- No aconsejar en momentos de crisis
- Buscar el compromiso de atender el problema en periodos de tranquilidad
- Si la tranquilidad ya no existe, ponerse a salvo.
- Estimular la confianza.
- Tomar en cuenta la recreación como parte de la vida.
Este tipo de conductas requieren de un tratamiento serio y profundo, ya que aunado a los factores de personalidad, se suman las maneras estresantes en que ahora vivimos, esto hace que la persona pierda el control y con consejos o lecturas no se le puede ayudar mucho. Así que lo mejor es recurrir a un especialista sobre todo que maneje la Terapia Cognitiva, para que a través de la intervención de los procesos cognitivos (pensamientos) de la persona, se aclaran conceptos, se derroten mitos, se incluyen visualizaciones, programación neurolingüística, hipnosis, etc. Hasta lograr una mejor manera de vivir y convivir con los demás.
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