Cambios de humor repentino, rebeldía, miedo a enfrentar la vida no es más cuestión de las hormonas "fuera de control" o de la mala educación recibida en los adolescentes. Una nueva investigación encontró que la verdadera causa de estos trastornos se origina en el cerebro, ya que durante tal época ocurren cambios importantes en su interior.
Gracias a las nuevas técnicas de imágenes computarizadas, los científicos han podido demostrar que los cerebros tardan mucho más en madurar de lo que se pensaba y por consiguiente, los cerebros adolescentes tardan en transformarse de cerebros infantiles a cerebros adultos.
El cerebro humano sólo llega a ser un órgano acabado cuando cumplimos 20 años de edad.
Al estar en el útero el ser humano desarrolla unas 8.000 neuronas cada segundo, para cuando nacemos contamos con todas las neuronas que necesitaremos en nuestra vida. A partir de entonces lo importante es establecer nuevas conexiones.
Cada una de los cientos de miles de millones de neuronas con las que nacemos producen en promedio 10.000 conexiones diferentes. Esto ocurre tan rápido que para cuando el niño cumple seis años ya está establecida la estructura básica de su cerebro.
Desde que nacemos hasta que llegamos a la pubertad el cerebro continúa creciendo, sin embargo sorprendentemente a partir de los 12 años en lugar de seguir haciendo nuevas conexiones comienza a perderlas.
Durante la adolescencia cada año perdemos cerca de 1% de la materia gris de nuestro cerebro para continuar con su reformación. Se dice que éste es un proceso similar al de un escultor que parte de un gran bloque de mármol para crear una estatua, poco a poco tiene que "pulir aquí y cortar allá" convirtiendo el bloque uniforme en algo bello.
Algo parecido ocurre en la adolescencia, etapa en la que el cerebro está siendo descargado puesto que todas sus conexiones innecesarias o inútiles son desechadas. Este proceso eventualmente hará al cerebro adolescente más rápido y más poderoso.
Por tanto los años de la adolescencia son críticos para el futuro desarrollo del individuo, puesto que las capacidades y hábitos que se adquieran en esta época probablemente persistirán.
Las imágenes computarizadas han mostrado además que la última región del cerebro que alcanza su total madurez es la corteza prefrontal. Esta región cerebral es la responsable de funciones como la planeación, la anticipación, el control de las propias emociones y el entendimiento de los demás, procesos que en esencia son lo que hace a una persona ser adulto.
Si el individuo no cuenta con una corteza prefrontal totalmente funcional tiende a ser insensible a los sentimientos de los demás, a tomar riesgos innecesarios y ser impulsivo porque carece de algunos de los mecanismos esenciales de "frenado" de conductas impulsivas; en los adolescentes su cerebro parece tener un "acelerador" cerebral siempre pisado a fondo.
Cuando un chico se arriesga a algo como a conducir un auto demasiado rápido el cerebro es recompensado con una descarga hormonal, una euforia natural mucho más fuerte en relación a lo que sentiría un adulto.
Los adolescentes tienen conexiones que los hacen temerarios y es que arriesgarse les ayuda a explorar el mundo, a tratar una variedad de cosas nuevas.
Gracias a las modernas imágenes computarizadas los investigadores han podido observar dentro del cerebro humano y en especial el desarrollo que tiene en un adolescente, obteniendo las respuestas al porque de su comportamiento.
Ahora se sabe que gran parte de su mala conducta podría deberse a un cableado inacabado dentro de su cabeza, lo que nos puede ayudar a ser más comprensivos.
Fuente: BBC Mundo.com.
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