El término «psicosis» se emplea para referirse a aquellos trastornos de la mente caracterizados por una cierta pérdida de contacto con la realidad. Cuando una persona sufre este tipo de trastorno se dice que ha tenido un «episodio psicótico».
La psicosis afecta principalmente a los jóvenes adultos y es bastante común. Cerca de 3 de cada 100 jóvenes sufrirán un episodio psicótico, lo cual significa que entre este sector de la población la psicosis es más común que la diabetes. La mayor parte de los afectados consigue una plena recuperación del trastorno.
La psicosis puede afectar a cualquiera, y como toda enfermedad, es susceptible de tratamiento.
¿Cuáles son los síntomas?
La psicosis suele provocar cambios en el estado de ánimo y en la forma de pensar, dando lugar a ideas anormales, por lo que resulta difícil entender lo que está sintiendo la persona afectada.
Con objeto de comprender en qué consiste la experiencia psicótica, es útil clasificar por grupos
algunos de los síntomas más característicos.
Pensamientos confusos
Los pensamientos más comunes se vuelven confusos o dejan de guardar una relación adecuada entre sí. La expresión oral se vuelve difícil de entender o no tiene sentido. En algunos casos le cuesta a la persona concentrarse, seguir el hilo de la conversación o recordar las cosas. Sus pensamientos parecen acelerarse o volverse más lentos.
Creencias falsas
Con frecuencia la persona afectada de un episodio psicótico tiene creencias falsas, conocidas como
delirios. A tal grado está convencida de la verdad del delirio que ningún razonamiento, por más lógico que sea, es capaz de desengañarla. Por ejemplo, basándose en la manera en que los coches se encuentran estacionados fuera de su casa, llega a creer que la policía la está vigilando.
Alucinaciones
Por efecto de la psicosis, la persona ve, oye, siente, huele o percibe con el gusto cosas que en realidad no están presentes. Por ejemplo, oye voces que nadie más alcanza a oír, ve objetos inexistentes, o percibe el olor o el sabor de las cosas de tal manera que le parece que están echadas a perder o incluso envenenadas.
Cambios afectivos y de percepción
A veces la forma de sentir de la persona cambia de repente, sin causa aparente, provocando que se sienta rara y aislada del mundo y le parezca que las cosas se mueven con una gran lentitud. Son frecuentes los cambios bruscos en el estado de ánimo, y la persona se siente extrañamente excitada o deprimida. O bien, parece que sus emociones pierden intensidad, siente menos que antes, o manifiesta menos sus emociones a quienes le rodean.
Cambios de conducta
Las personas afectadas de psicosis presentan conductas distintas a las que acostumbran tener. En algunos casos, se vuelven extremadamente activas, o bien les sobreviene un gran letargo que les hace estar sin hacer nada durante todo el día. Se echan a reír en momentos inoportunos, o se enojan o se sienten contrariadas sin motivo aparente. Muchas veces, estos cambios de conducta se relacionan con los síntomas arriba señalados. Por ejemplo, si la persona cree que se encuentra en peligro, llama a la policía, o si se cree Jesucristo, se pasa el día predicando por las calles. En
otros casos, deja de comer por temor a que la comida esté envenenada o le cuesta conciliar el sueño porque tiene miedo de algo.
Los síntomas varían de una persona a otra y en algunos casos cambian con el tiempo.
El primer episodio de psicosis
Cuando una persona sufre por primera vez síntomas psicóticos o un episodio de psicosis, es posible que no entienda lo que le sucede. Los síntomas pueden resultarle completamente desconocidos, provocándole una gran perturbación y dejándola en un estado de confusión y angustia. Por otra parte, esta angustia se ve aumentada por los mitos y estereotipos de signo
negativo relativos a la enfermedad mental que todavía son comunes en la sociedad.
El episodio psicótico se desarrolla en tres fases cuya duración respectiva varía según la persona.
1ª fase: el pródromo
Los primeros síntomas son vagos y apenas perceptibles. En algunos casos cambia la manera en
que la persona describe sus sentimientos, pensamientos y emociones.
2ª fase: aguda
Se presentan síntomas claros de psicosis, tales como alucinaciones, delirios o ideas confusas.
3ª fase: la recuperación
La psicosis tiene tratamiento y en la mayoría de los casos el paciente se recupera. Las características específicas de la recuperación varían según el caso.
Las personas se recuperan de un primer episodio de psicosis, y en muchos casos nunca vuelven a
sufrir otro.
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